El Salvador se encuentra en un adecuado momento para trabajar en un cambio estructural de la Ley de Educación Superior, luego de dos décadas es indispensable establecer un nuevo marco regulatorio de la educación superior, y en mi opinión es este año que debemos de proponernos como Estado disponer de una ley actualizada y que nos permita una transformación en las universidades y las instituciones de educación superior (IES) y me parece que con el discurso del uno de junio del presidente Bukele en el cual estableció que una de sus prioridades en quinquenio 2024-2029 será la economía es más que adecuado la propuesta de ley ante la Asamblea Legislativa.

Las universidades públicas y privadas representan aquel remanente de pensamiento académico e intelectual en América Latina y que existe suficiente evidencia de su enorme contribución al desarrollo económico; ya que proporcionan sus valiosos aportes para la innovación y para fortalecer la estructura competitiva internacional para mejorar la productividad y a una visión estratégica de largo plazo.

En la innovación en la educación superior existen grandes retos como la vinculación y articulación con el sector productivo de nuestro país en servicios y bienes para desarrollar la tecnología local por lo que la investigación de las universidades y las IES deben de estar en armonía y una comunicación efectiva con el sector público y privado, asi como el sector empresarial y de comercio, para producir conocimiento y documentos que nos permitan ser más competitivos en un mundo globalizado.

Los niveles de crecimiento y desarrollo económico son los indicadores que siempre nos están demostrando un crecimiento modesto, crecemos, pero no es suficiente. El Salvador requiere en este próximo quinquenio alcanzar un crecimiento sostenido que genere mayor cantidad de empleo de calidad, pero con ingresos que estén acorde a la realidad económica de nuestra sociedad, agregando valor, para aliviar la pobreza y erradicar la pobreza extrema. Mejores empleos con una mejor lectura de la apuesta económica de nuestro país y a que le apostamos, lo cual requiere unidad y comunicación. Y saber a que le queremos apostar como país, que decisiones tomamos nosotros.

Para lograrlo el sector público y privado están haciendo su parte para modernizar y estar acorde a la presente década y la próxima, ya que hay esfuerzos de innovación. Un refuerzo estratégico es la educación superior, para ello debemos aprovechar la oportunidad de esta propuesta de ley presentada por el gobierno por medio del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología (MINEDUCYT) para tener un nuevo marco legal, y que esto les permita a las instituciones de educación superior promover la investigación, ciencia y tecnología, mejoren la calidad de las y los egresados de pregrado, postgrado, maestría y doctorados, sin estos componentes veo muy complejo y con grandes limitaciones alcanzar un desarrollo económico, creo en la educación superior de calidad para transformar vidas, familias y sociedades.

El gobierno establecerá la hoja de ruta en materia económica y social, considero que debe de existir una planificación de mediano y largo plazo, esta debe ser la gran oportunidad por que se van a generar las condiciones desde el más alto nivel y debe ser un esfuerzo de Estado (instituciones, población y territorio, no solo el gobierno) y en este esfuerzo sumarse el sector privado, los empresarios, las gremiales, las asociaciones, micro y pequeña empresa, toda persona natural y jurídica que desee estar en unidad con el único objetivo de generar un resultado económico y transformar la vida de las familias salvadoreñas, en esta propuesta las instituciones del nivel superior con claves por eso la imperiosa necesidad de una ley moderna y actualizada de educación superior, trasciende la visión de los últimos 40 años. Hagamos que suceda.