Con el regreso a clases de manera presencial de los estudiantes del sector público, de igual manera el inicio del año lectivo en el sistema de colegios privados, universidades y algunas empresas que se encontraban semi presencial, el tráfico vehicular se ha convertido posiblemente en el principal problema de este año 2023. Este tráfico afecta a las personas que utilizan el transporte público de pasajeros, el transporte privado en cualquier modalidad de pago, y los vehículos particulares. El segundo mes del año finaliza con este problema que no es nuevo, pero sí que no había afectado en las proporciones actuales.
La semana anterior efectué algunos ejercicios de consulta y monitoreo de algunos medios de comunicación en particular radio y redes sociales, y no tengo ninguna duda al ubicarlo en primer lugar, por encima del problema del costo de algunos alimentos como los huevos. Parece irónico, pero muchas familias están comprando menos y, por lo tanto, eliminando ciertos alimentos para cubrir el presupuesto mensual que es fijo.
Los principales problemas están relacionados a la salud mental de las familias, el cansancio físico y mental en padres de familia, hijos e hijas, ya que los estudiantes están siendo afectados porque los despiertan de madrugada y salen de casa sin que amanezca; los que van en vehículo se duermen al interior y pasan allí el tráfico sin darse cuenta, mientras papá, mamá o ambos se comienzan a estresar porque no alcanzarán a llegar a las 7 am, la hora más general de ingreso a los centros escolares, donde los esperan maestros y vigilantes que cierran puertas y portones de manera puntual y sin ninguna comprensión. Algunos centros educativos están permitiendo el ingreso tardío, pero se lleva un registro a las tres llegadas tardes en promedio los alumnos son suspendidos. ¿Se puede imaginar los padres de familia que no logran llegar a tiempo y están con sus hijos e hijas fuera de los centros educativos?
Pero, de igual manera, es para llegar a los centros de trabajo ya que se arriesgan a perder el día y el séptimo. El gasto de combustible se ha incrementado, vehículos que se calientan en el tráfico con el daño de radiadores. Gestores de tráfico que por mucha buena voluntad y actitud se nota en algunos falta de criterio para hacer su labor, y no falta ya quien se pone a discutir con los conductores. El costo de una hora en tráfico en el gran San Salvador es posible establecerlo y hacer una aproximación, pero los costos en salud mental y sus repercusiones, no.
Por lo anterior, recomiendo y sugiero que los empresarios e instituciones del Estado pongan en práctica la ley de teletrabajo, y se puedan establecer roles de servicio, programaciones donde se pueda trabajar desde casa uno o dos días. Pero, lastimosamente tenemos en algunas entidades estilos de liderazgo que piensan que las y los colaboradores no van a trabajar, ya estuvimos confinados y trabajando desde casa, ya disponemos de evidencia. De igual manera, ahora más que nunca se deben valorar escalonar los horarios en el sector público y privado. Las universidades son las que en mi opinión pueden continuar en modalidad semi presencial.
De igual manera, el proyecto de las zonas de ciclo vías no funcionó, no fue aceptado por la población por diversos motivos, pero es mejor reconocer y habilitar los mismos por la salud mental de la población y por evitar mayores gastos en salud y económicos. El sistema de seguir construyendo redondeles ha demostrado que ya no es solución. El tráfico ahora es a toda hora y hasta los fines de semana. Las posibles soluciones son responsabilidad de las autoridades, pero todos debemos de colaborar y atender las mismas.
Respetemos el reglamento general de tránsito y actuemos con cortesía cediendo el paso, es posible mejorar todo por la salud mental, evitar accidentes de trabajo y la productividad.
