Desde tiempos inmemorables, el fratricidio ha existido y se consumó producto de la deformación en principios y valores que terminaron conduciendo a dantescas disputas y luchas de poder entre hermanos hasta llegar a la muerte. El capítulo uno del libro de Genesis de la Biblia nos relata la trágica muerte de Abel a manos de su hermano Caín, quien “ensatanado” por diferencias y celos sobre ofrendas, favores y sacrificios divinos, se lanzó enfurecido sobre su hermano, propinándole graves y profundas lesiones en la cabeza hasta causarle la muerte, utilizando como arma contundente la quijada de un burro. Una versión similar, en cuanto a conflictos y disputas entre hermanos, en circunstancias y condiciones muy parecidas, que termina en desastre fratricida, lo recoge El Corán en la Sura 5: 27-31.

El arte y la literatura terminaron asumiendo las tragedias surgidas entre fraternos. Es así como memorables obras plasmaron hasta la posteridad desgarradoras imágenes. El pintor Michiel Coxie de Bélgica en 1539 nos legó el óleo “La muerte de Abel. Y el renacentista italiano Tiziano Vecellio en 1542 aportó su obra monumental Caín y Abel; exhibido en el Museo de Santa Maria Della Salute en Venecia. O el fabuloso oleo barroco de Peter Paul Rubens, del año 1608, con el mismo trágico motivo exhibido en el Instituto de Arte y Cultura de la Universidad de Londres. Similar obra nos legó William Blake en 1826 con su acuarela romanticista inspirada en la misma tragedia, exhibido en Tate Londres. Es igualmente estremecedora la obra literaria Hamlet, de Williams Shakespeare en 1600, narrando el conflicto fratricida cometido por Claudio quien para asumir el trono asesina a su anciano hermano Hamlet; cuyo fantasma aparece clamando justicia y venganza a su joven hijo Hamlet, príncipe de Dinamarca.

Más allá de cualquier diferencia o coincidencia ideológica con la víctima, El Salvador se ha visto estremecido por las revelaciones hechas en una amplísima investigación y reportaje publicado por la prestigiada Revista Factum, publicada el 17 de agosto de 2024. Este medio especializado en investigación periodística narra en detalle los hechos y circunstancias en torno a la detención del ciudadano salvadoreño y belga, Jorge Alejandro Muyshondt Álvarez, el miércoles 9 de agosto de 2023; y los 182 días que antecedieron a su trágica y extraña muerte, bajo tutela de agentes del Estado, presumiblemente el 7 de febrero de 2024, en circunstancias que deberían ser investigadas por entidades independientes. Alejandro Muyshondt, que como era de dominio público, fungía como asesor de seguridad nacional del gobierno de Nayib Bukele; quien en redes sociales lo acusó de ser un doble agente, de trabajar y favorecer la evasión del expresidente Funes, y revelar documentos secretos.

La publicación de la Revista Factum da la idea de que Muyshondt era un hombre fuerte, atlético, que superaba los cuarenta años, con más de doscientas libras de peso, 1.75 metros de estatura, practicaba deportes extremos como el Paint Ball; además de acompañar con frecuencia operativos policiales. También indica que su expediente medico previo revelaba una inicial hipertensión. Según información revelada por Factum, al fallecer estando en cautiverio, Muyshondt pesaba a penas 130 libras, le habían practicado cuatro cirugías cerebrales, padecía de tumoración gástrica y hepática. Su familia nunca pudo verlo durante el cautiverio, no tuvo información de los lugares de reclusión; ni tuvo presencia, ni fue informada, ni consultada, de los procedimientos médicos que le practicaron durante ese periodo, como manda la ley.

La publicación revela de la estrecha y prolongada cercanía que en sus cartas Muyshondt refería tener con Bukele, a quien consideraba su amigo, casi hermano. Este caso puede considerarse la punta del “iceberg” de más de trecientos casos de personas que estando bajo tutela de agentes del Estado, fueron presuntamente asesinadas durante reclusión, casos sobre los que no hay una investigación abierta y menos independiente. La publicación de Factum señala las denuncias públicas efectuadas por el asesor de seguridad nacional Alejandro Muyshondt señalando presuntos casos de corrupción, crimen organizado y narcotráfico que comprometerían a funcionarios del gobierno y aliados políticos de Bukele; denuncias que también fueron manuscritas a funcionarios diplomáticos y a un senador estadounidense.

De acuerdo con la Biblia, en el libro de Genesis, Dios dijo a Caín: “Desde la tierra, la sangre de tu hermano reclama justicia”.