El fundamento constitucional para que el Estado de El Salvador obtenga y recopile información para la preservación y conservación del mismo está fundamentado en el artículo 168, ordinal 18 de la Constitución de la República. La pieza clave de la institucionalidad de la inteligencia del Estado es garantizar la obtención de información para que el Presidente de la República pueda elaborar decisiones para garantizar la seguridad, la libertad y la democracia como estilo y forma de vida.

El Estado y el secreto van unidos en el ejercicio del poder; en consecuencia el mayor poder es el que trae el conocimiento obtenido a través de la información, es por ello que el gobierno tiene la necesidad de actuar bajo el secreto, en todo caso un gobierno debe encontrarle el sentido a las cosas puesto que el análisis del poder cae en infinitos laberintos de intereses en lo cual se entra en una variedad de significados ocultos y ambiguos y de incertidumbre en las relaciones, en tal virtud el ejercicio del poder enseña: 1. Experiencia 2. Sentido lógico de las situaciones inherentes en el contexto nacional; es decir el devenir cotidiano a donde se enfrenta el ejercicio del control democrático del poder político.

El estado es una organización del poder político y como tal, tiene la necesidad de implementar el servicio de tecnologías especificas que tienen una función concreta tanto a nivel nacional como internacional, esas nuevas tecnologías de la información tienen un gran impacto sobre el poder político que se manifiesta en la vigilancia como instrumento o mecanismo efectivo de poder para que el estado pueda con la máxima información alcanzar los objetivos estratégicos, en cuanto a su administración y funcionamiento para obtener datos e información confidencial para después evaluarlos y que sirvan de sustento para la toma de decisiones trascendentales.

El gobierno se enfrenta a situaciones de compleja cuestión en cuanto a la exigencia para mantener un equilibrio con los derechos fundamentales, pero sin que ello implique un comportamiento para debilitar las necesidades de seguridad. La razón de Estado suele imponerse a los derechos individuales, aquí hay que detenerse un poco, porque esa balanza suele tambalearse frente a una situación difusa en la categoría de la seguridad nacional que exige sacrificios en libertades, derechos y garantías constitucionales.

Generalmente en el ejercicio del poder se presentan dificultades, debilidades e imperfecciones, pero hay que centrarse en el núcleo del poder, en donde las decisiones del poder deben ser claras, precisas y determinantes, el órgano ejecutivo no puede ser débil, ni siquiera endeble incluso con los factores de poder externo, debe tener un comportamiento firme y decidido especialmente tomando en consideración que tiene apoyo de una base social y una fortaleza organizativa para ejercer el control territorial y a la vez disipar cualquier hipótesis de amenaza.

Los criterios políticos permiten entender el funcionamiento del poder que se apartan de mitos, leyendas y anécdotas y que se plasman en temas concretos que generan conflictos, pero que se transforman oportunamente para que el Estado genere estabilidad política y gobernabilidad. El órgano ejecutivo es, sin duda, el que presenta más ámbitos reservados al conocimiento público, sobre todo si se compara con el órgano legislativo que es el poder democrático por excelencia.

Sabiduría política es el mantener las garantías adecuadas para no lesionar derechos fundamentales y preservar los principios de proporcionalidad para aplicar mecanismos menos lesivos para conseguir un fin legítimo, es decir, que contenga garantías adecuadas para no lesionar derechos fundamentales, dicho lo anterior da la impresión de que el derecho vigente ha quedado obsoleto para desempeñar su función de garantía ante los avances de la tecnología, por lo tanto se plantea un desafío para compatibilizar las exigencias para mantener el estándar de un equilibrio aceptable de la razón de Estado que suele imponerse a los derechos individuales.

La razón no es sencilla, al contrario es compleja por los intereses que plantea y los criterios de interpretación sobre los mismos que comprenden a la vez hasta la impresión con los secretos de Estado que también choca con los derechos fundamentales. Este tema es delicado, tiene relación con los medios que la seguridad del Estado requiere, la innovación y los adelantos científicos y su aplicación.