Flor Arely Molina Molina acusada de asesinar a un niño de dos años, enfrentó la audiencia inicial la semana anterior en sede judicial. La Fiscalía General de la República (FGR) logró presentar los elementos indiciarios testimoniales, periciales y documentales para que pase a instrucción por decisión del respectivo tribunal de la ciudad de Santa Tecla ante el excelente trabajo del talentoso equipo de la Unidad de Atención Especializada para las Mujeres, Niñas, Niños y Adolescentes, de la sede fiscal de Santa Tecla. La FGR con un trabajo coordinado y en equipo con la Policía Nacional Civil lograron recolectar suficientes pruebas para demostrar la participación de la imputada en este lamentable hecho, ocurrido pasado 19 de noviembre en la comunidad San Rafael, de la ciudad de Santa Tecla, La libertad

Molina Molina era la encargada de cuidar a la víctima y constantemente lo agredía verbal y físicamente, pero ese día, en estado de ebriedad, le dio tantos golpes contundentes ocasionándole múltiples traumatismos que le causaron la muerte. La que era la responsable cuidar y proteger al niño, lo agredía de diferentes maneras.

Durante la última década, en El Salvador se ha experimentado un aumento alarmante de la violencia intrafamiliar, influenciada por diversos factores criminológicos. Este delito no discrimina en términos de clase social, edad o género, y sus efectos se manifiestan de múltiples formas dentro del ámbito familiar. Durante el período de confinamiento debido a la pandemia de COVID-19, se observó un incremento significativo de la violencia intrafamiliar debido a la falta de convivencia y armonía en muchas familias salvadoreñas. Para mucho esta etapa fue dura por tener que convivir en el mismo espacio sin salir, sin tener temas de conversación, buscando cada quien su espacio o salir de casa con cualquier pretexto como era ir al supermercado como delegado, y no fue casualidad que la mayoría que se registraron como representantes del grupo eran hombres.

Tantos factores culturales, sociales y económicos contribuyen a la persistencia de esta forma de violencia. Los perpetradores pueden enfrentar consecuencias legales, problemas de salud mental y daños en las relaciones familiares. Existen diversos tipos de violencia intrafamiliar, como la física, psicológica, por negligencia, económica y de género. Las víctimas de este tipo de delito son mujeres, niños y personas mayores, quienes sufren graves consecuencias físicas y psicológicas. Es esencial brindarles asistencia legal, médica y psicológica, así como promover la conciencia y la educación sobre la violencia intrafamiliar. Además, se deben establecer mecanismos de control social para prevenir y erradicar este problema. En este lamentable caso también la violencia fue ejercida por una mujer.

El Estado tiene la obligación primordial de crear y establecer mecanismos y políticas necesarias para prevenir y erradicar la violencia intrafamiliar. Esta responsabilidad implica la implementación de un control social y familiar que fomente el respeto por los derechos humanos fundamentales de todos los miembros que conforman el núcleo familiar. Para lograr este objetivo, es esencial que se promueva una cultura de respeto y tolerancia en la sociedad, así como la concienciación sobre los efectos perjudiciales de la violencia intrafamiliar. Además, se deben establecer canales de denuncia seguros y confidenciales para que las víctimas puedan reportar los casos de violencia y recibir el apoyo necesario. Los medios de control social buscan prevenir, sancionar y erradicar la violencia intrafamiliar en El Salvador, promoviendo la seguridad y el bienestar de las víctimas.

La violencia intrafamiliar no solo es un delito en sí misma, sino que también puede facilitar el desarrollo de múltiples delitos adicionales. Este tipo de violencia crea un ambiente propicio para la comisión de otros actos delictivos. Algunos ejemplos de delitos que pueden surgir como resultado de la violencia intrafamiliar incluyen el abuso sexual, el maltrato infantil, la violencia de género, el acoso, la intimidación y el homicidio. La presencia de violencia en el entorno familiar aumenta la vulnerabilidad de las personas afectadas y puede llevar a una perpetuación del ciclo delictivo en futuras generaciones. Por lo tanto, es crucial abordar y prevenir la violencia intrafamiliar para evitar la propagación de otros delitos y proteger la seguridad y el bienestar de las personas involucradas. No más normalización de la violencia intrafamiliar en nuestra sociedad.