Pero los congestionamientos vehiculares que generan los vehículos de los padres de familia son colosales y los colegios por medio de sus administraciones muy poco hacen para facilitar, normar regular, controlar y generar todas las acciones de respeto a los ciudadanos, a los vecinos, a los que circulan en determinadas horas en la mañana y al mediodía, y en algunas instituciones a media tarde, es increíble el grado de irrespeto que se genera en el perímetro de los centros bilingües, estoy hablando específicamente entrada a Santa Tecla, en la colonia San Benito, colonia escalón colonia La Mascota, y otras zonas donde principalmente operan estos colegios
Cuando un ciudadano va en sus actividades diarias y no tiene ningún tipo de relación o vínculo con esa institución educativa tiene que soportar una serie de ataques verbales de los padres de familia que se apoderan de todos los espacios obstruyendo cocheras, entradas a oficinas, aceras, doble fila tercer carril, incluso se bajan a insultar y hacer ademanes con sus dedos a todo aquel que se atreve a pitarles o a pedirles que muevan sus vehículos
De continuar este caos y desorden en la mayoría de estos centros de enseñanza bilingüe pueden generarse actos de intolerancia con heridos o muertos porque muchas de estas personas además de ser prepotentes portan armas de fuego o van acompañados de guardaespaldas o de matones a quienes los bajan de sus vehículos para generar todavía un ambiente más hostil en calles, avenidas y pasajes que están cercanos a estos centros educativos
Todos estos actos arbitrarios suceden ante la pasividad de las autoridades de los centros educativos que ni siquiera generan indicaciones a la seguridad privada o a los conserjes que se encuentran apoyando el ingreso o salida de alumnos y alumnas, no existe empatía de las autoridades administrativas y de sus juntas directivas. Es más, a algunos conserjes se le dan rótulo de alto,chaleco y silbato y comienzan a detener el tráfico sin ningún tipo de atribución para hacerlo.
Las muestras de irrespeto y de discordia se dan hasta entre los mismos padres de familia que se ultrajan y se retan incluso a darse a golpes, muchas veces en presencia de los maestros de dichos colegios y sus hijos. Si usted tuvo que transitar al mediodía o a las tres pm por estos centros educativos observará a padres de familia y motoristas dormidos en los asientos con sus camionetas con aire acondicionado, obstruyendo el paso y sin mover los vehículos, haciéndole los que no ven o escuchan.
No es primera vez que abordo este tema en medios de comunicación. Si queremos transformar nuestro país y sociedad debemos de respetar al más próximo y las leyes, como ordenanzas establecidas, actuando con empatía y sentido común. Si no se asume responsabilidad no estamos lejos de ver un padre de familia o ciudadano víctima de la intolerancia de otro. Autoridades académicas de estos colegios asuman su rol y den el ejemplo como centros de enseñanza biculturales, y a los padres de familia no enseñen, ni repliquen la violencia e intolerancia a sus hijos.