Se ha cumplido una semana de la audiencia donde se exponen argumentos y contraargumentos en el denominado “proceso de pacificación” que la prensa y periodistas bautizaron y fue conocido como “tregua” el cual fue autorizado, aprobado y del pleno conocimiento del expresidente Mauricio Funes y su partido político que lo llevo al poder. Han pasado 11 años de aquel maldito acuerdo con el crimen organizado y las pandillas por parte de dicho mandatario, y del poder político partidario de la década anterior.

Y era en el año 2012 cuando en diferentes medios de comunicación expuse lo absurdo de aquel acuerdo y pacto con los criminales, una pobre justificación, y pretendiendo que todos aceptáramos mentiras, contradicciones, y hasta tonterías con las que se trataba de justificar. Sobre el cobarde, asilado, y de otra nacionalidad que salió huyendo de El Salvador ya expuse muchos argumentos en una década, y le llegará el día de enfrentar la justicia, y lo más probable es que cometa suicidio antes de enfrentar todas las situaciones sobre las cuales ha sido acusado en sedes judiciales en nuestro país.



Pero existen otros responsables que no han sido acusados, y son la dirigencia del partido politica de izquierda que gobernó del 2009-2019 que avalaron, aprobaron dicha negociación criminal y otra cantidad de políticos del mismo instituto que cobardemente callaron, ante la amenaza de que las pandillas se sentían traicionadas por los acuerdos no cumplidos desde junio del 2009, y harían un boicot en las elecciones del año 2012.

Pero los denominados “mediadores” también son traidores a la patria, los que se conocen, los que han sido llamados a declarar y otra cantidad de actores que ahora se esconden, cuando hace once años aparecían en parques, plazas, hoteles, salas de cuero, medios de comunicación opinando y jactándose de sus gestiones y rol en medio del pacto criminal. Incluso utilizando un manto espiritual por la iglesia que representaban, tratando de disfrazar y utilizar la palabra de Dios para de esa manera acercarse al poder de casa presidencial y al poder del crimen organizado.

Fue más que chocante, triste y lamentable escuchar al señor Fabio Colindres brindar sus declaraciones ante el tribunal y como sin ninguna vergüenza o arrepentimiento declarar su rol en ese pacto criminal, como ha dejado establecido el cometimiento de delitos y violaciones a la ley penitenciaria y otras leyes; como se jacto que ingresaba sin ser registrado a los diferentes centros penitenciarios, y portando sus teléfonos. Si no lo registraban que artículos, objetos y más introdujo para los jefes, cabecillas y miembros de la ranfla nacional de la mara MS-13, hasta el punto de lavarles y besarles los pies a los pandilleros ante medios nacionales e internacionales.

El señor Colindres no solo utilizó su sotana y crucifijo para ser un mediador y facilitador del pacto criminal, sino que también cobraba un alto salario como obispo castrense al mismo tiempo; se retiró de la Fuerza Armada con una pensión con el grado o equivalente de general.

¿Por qué a Raúl Mijango si lo condenaron, y el señor Colindres no fue ni procesado? ¿qué corona tiene? y ahora disfruta de todo el dinero que acumuló y todavía se convierte en testigo estrella, cuando debería ser imputado, o como mínimo imputado criteriado. Sin duda esta negociación fue creada, avalada y ordenada por el expresidente Mauricio Funes la cual no era delito en ese momento, pero si las graves violaciones a la ley penitenciaria y su traición a la patria.