El estilo personal de cada gobernante marca el periodo presidencial respectivo; es decir, que cada periodo es diferente del inmediato anterior y más allá. Sin embargo; la estructura esencial del poder es la misma, lo que cambia es el estilo y la forma de gobernar, la cual se acomoda al contexto del momento político. Todo político con sentido de la realidad sabe buscar la información que necesita, considerando que el poder se mueve por intereses, voluntades y por la fortuna, tal como lo enseña el maestro Nicolás Maquiavelo.
En la vida política de toda nación, en lo que respecta a su evolución histórica, van surgiendo y se van formando cuadros políticos y operadores políticos que actúan a la sombra del poder y actúan en forma hermética girando alrededor del jefe de Estado, quién dicta las órdenes en forma directa e inmediata.
El político puede no ser brillante pero si efectivo, porque concretiza órdenes políticas en las cuales no cabe el error; de tal manera que debe ser pragmático y debe saber virar en los distintos escenarios políticos, y además saber interpretar las contradicciones naturales que surgen en la matriz de las prácticas políticas que representan la lucha por el poder.
En ocasiones lo imprevisto pretende imponerse a la realidad política, por lo que siempre se necesita espacios de consenso, para poder valorar las circunstancias políticas para la toma de decisiones, en los cuales incide el talento estratégico, que es más abstracto que las tácticas políticas, pero que ambas son necesarias y compatibles.
El secreto del poder representa: 1. La fuerza del poder mismo. 2. Poseer un secreto es usar el poder. 3. El secreto es un elemento para realizar una función específica del poder. 4. El secreto oculta partes vitales del poder, cuyo develamiento sería peligroso para el poder mismo; en cuanto a su control y estabilidad. 5. Todo crea un círculo vicioso de retroalimentación desde lo enigmático, lo seductor y lo peligroso del secreto del poder se atraen y se repiten continuamente. 6. En la estructura de hierro del poder siempre hay una zona secreta que se guarda con doble llave, y esas llaves las guarda el propio Jefe de Estado. Los jaloneos políticos configuran el poder político, atando cabos sueltos en los enclaves del poder para mantener ese control.
La conjunción política debe contar con una agenda presidencial que surge de la articulación de compromisos programáticos bajo el liderazgo político del jefe de Estado que es el que ostenta la dirección y conducción del Estado en calidad de Jefe del Ejecutivo y cuya efectividad se mide por la calidad y coherencia de la acción pública, más que por la cantidad de acción del Estado. Cumplido lo anterior las tareas de liderazgo 1. Se identifican las oportunidades. 2. La innovación política. 3. La habilidad para negociar. 4. Capacidad de maniobra. 5. Es el eje de toma de decisiones y gestión pública. 6. Alto grado de flexibilidad. 7. Rapidez y eficacia en control del poder.
Si bien el sistema político está formado por instituciones, reglas y protocolos, su funcionalidad pasa por niveles jerárquicos que no deben de ser vacilantes y subjetivos, de tal manera, que la forma estrecha y permanente en la que funciona la trilogía del Estado, la política y el poder, este se vuelve un misterio impenetrable, cubierto por una coraza que es la doble llave que protege los secretos del poder.