Durante la reciente pandemia del COVID-19, que según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) causó entre 6.8 y 15 millones de muertos entre el 1 de enero de 2020 y el 31 de diciembre de 2021, además del cuantioso costo económico, se identificaron serios vacíos y desafíos de gobernanza global: dificultades en la coordinación internacional, ineficacia en la respuesta gubernamental, desafíos en la recopilación y análisis de datos, inequidad en el acceso a servicios de salud, corrupción y falta de transparencia, dificultades en la supervisión y evaluación, impacto en la economía y la seguridad social, y desafíos en la comunicación y participación.

Estos desafíos han sido identificados como fundamentales para abordar y superar la pandemia de manera efectiva y equitativa. Sabemos que más temprano que tarde una nueva ola de epidemias azotara las costas de muchos países, por ello es necesario y fundamental tratar de abordar cada uno de los vacíos y desafíos antes señalados.

La 77ª Asamblea Mundial de la Salud reunió a los Estados Miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Ginebra (Suiza) del 27 de mayo al 1 de junio de 2024 para debatir las prioridades de salud mundial. Durante esta reunión de ministros de salud de todos los países miembros de dicha institución, uno de los puntos (13.4 del orden del día) prioritarios a discutir fue el “Órgano de Negociación Intergubernamental”.

Este órgano fue establecido por los países miembros con el objetivo de fortalecer la prevención, preparación y respuesta frente a pandemias, a través de la redacción y negociación de un convenio, acuerdo u otro instrumento internacional de la OMS sobre prevención, preparación y respuesta frente a pandemias.

Evidente ante los ojos de técnicos y expertos en salud y epidemias, el reglamento sanitario internacional (RSI) actual necesitaba ser fortalecido para poder brindar una respuesta adecuada a una futura pandemia, en vista de los vacíos identificados durante la lucha contra el COVID-19. Evidente ante los expertos, no así ante los ojos de los políticos, que levantaron sus cejas, fruncieron sus bocas, con una franca palidez facial. La soberanía de nuestros países no está en discusión, dijeron.

Estamos en contra de cualquier órgano o cuerpo que vaya a pasar por lo alto la soberanía de nuestros respectivos países. La 77 Asamblea Mundial de la salud terminó sin una conclusión para el reforzamiento de los instrumentos actuales para el combate de una futura pandemia. La soberanía nacional es más importante que la salud de los ciudadanos del mundo.

El documento A77/A/CONF./15 dado el 1 de junio de 2024 decide: prorrogar el mandato del Órgano de Negociación Intergubernamental con miras a que finalice su labor lo antes posible y presente el resultado de esta para su consideración en la 78.ª Asamblea Mundial de la Salud en 2025...

Que el mundo continúe sin una adecuada protección contra las epidemias señores políticos. De eso precisamente se trata la reciente discusión entre el ministro de salud de México, Dr. Jorge Alcocer Varela, y la OMS.

La semana pasada la OMS reportaba que México había registrado el primer caso en el mundo de muerte de un ser humano vinculado con la gripe aviar H5N2.

"Este es el primer caso humano confirmado por laboratorio de infección por el virus de la influenza A (H5N2) reportado a nivel mundial y la primera infección por el virus aviar H5 en una persona reportada en México", afirmó la OMS en un comunicado.

El ministro de salud mexicano reaccionó inmediatamente ante el reporte, desmintiendo enfáticamente la información, y además agregando que el informe de la OMS es “bastante malo”.

Al referirse al mexicano fallecido de 59 años, el ministro dijo “El comunicado que hizo la Organización Mundial de la Salud es bastante malo, ya que, de entrada habla de un caso fatal, cosa que no fue así. Murió por otra causa”.

Transcendental a esta discusión soberana del gobierno mexicano, se encuentra precisamente el punto fundamental de quien prevalece ante una amenaza potencial de una epidemia o pandemia. ¿Es la soberanía del país o la salud de los ciudadanos del mundo? Se entiende las consecuencias económicas de un país ante este tipo de noticias, pero la salud del mundo es por mucho, más importante.