La marcha de la política depende, en todo momento por el enfrentamiento de las fuerzas sociales que entran en la lucha por el poder y procuran imponer sus concepciones por todos los medios concebibles. La situación propia de cada momento político, lejos de tener un carácter definitivo representa un estado transitorio de todo proceso político.

En toda decisión política conviene considerar la realidad social, en toda su complejidad y en todo su máximo dinamismo. Entonces es preciso recurrir a 1. A las técnicas políticas. 2. A la experiencia política. 3. Al conocimiento del poder que permite averiguar partiendo de un complejo de aspiraciones contradictorias, que como tal deben constituir el contenido de la decisión política, la cual contiene una forma oculta en su contenido esencial. En tal virtud, el poder político no se justifica a sí mismo, sino que constituye el medio necesario para la realización de un valor político superior: el control del poder político.

Los círculos de poder se mueven rápidamente en busca de apoyo, los cuales son necesarios para controlar el poder político, y las decisiones políticas se deben tomar bajo parámetros de lo más razonable y conveniente. Todo gobierno debe actuar con decisión 1. Formando un grupo compacto y homogéneo que responda con rectitud y legalidad en el desempeño de sus funciones. 2. Constituir una red de lealtades, tejidas para fortalecer al Presidente de la República en la aplicación de su proyecto político. 3. Entrelazar factores de cohesión social para tratar los intereses nacionales, y de esta manera avanzar en el fortalecimiento del Estado Salvadoreño. 4. Capacidad para definir el estilo y la forma de ejercer el poder, y como moldear el carácter del hombre público transmitiendo energía en todos los colaboradores para implementar la vocación de servicio. 5. Imponer respeto y dignidad a la institución presidencial, fortaleciendo al Estado frente a la sociedad.

Todo circulo de gobierno, en el desempeño de la administración publica debe de poner en marcha una visión nacionalista, con sentido de justicia social para poder interpretar la realidad poniendo los pies en la tierra y en el tiempo debido.

El eje articulador en la renovación de las elites políticas, son su peso específico que debe colocarse en la perspectiva histórica, como un grupo monolítico y homogéneo con un grado de compromiso y de apoyo a las decisiones del Jefe de Estado, que mantiene un estatus de hombre fuerte y de línea dura, que en las claves del poder aparecen concentradas en las coyunturas políticas que actúan con firmeza generando gobernabilidad y certidumbre en la conducción y destino del Estado, tomando en cuenta que los momentos históricos que están repletos de acontecimientos políticos, sociales, económicos y militares, el significado debe medirse en su propio ritmo, y así deben de ser juzgados.

Los procesos políticos tienen un punto álgido ascendente que son las decisiones políticas que en el transcurso de los tiempos se consideran como acto político por excelencia y que, a la vez, es un acto eminentemente humano. Es indiscutible que hay momentos culminantes en la vida política de la nación y los sujetos políticos dentro de su responsabilidad política, haciendo uso de sus atribuciones y competencias, toda acción política como manifestación de poder son determinantes.

Cada movimiento político debe reflejar una decisión política para darle vuelta a una situación que no favorezca, o revertir aquello que plantee una posible amenaza, aplicando el principio político “La mejor defensa, es la defensa” esencialmente se deben convertir las debilidades y limitaciones en fortalezas. En la construcción de ese rompecabezas, sus piezas se van juntando en el entorno político mediante ajustes, cambios, recomposiciones y traslados que determinan las decisiones políticas. Las circunstancias de que algo ocurrirá en determinada manera, no autoriza para declarar que así debe ocurrir, pero todo punto de partida de un hecho es posible llegar al conocimiento del motivo, para prever sus consecuencias en el espacio que es de la política y donde se ejerce el poder.

Las decisiones políticas son juicios enunciativos, que tienen como objetivo lograr asuntos estratégicos, bajo determinadas condiciones; en ciertos momentos pueden ser iguales a hechos anteriores, y que por lo tanto es posible que surjan consecuencias iguales.