En el sistema y régimen político salvadoreño se admite la oposición política, está aprobado legalmente que existan partidos políticos que hagan propuestas de fondo con criterios políticos que ayuden a definir mejor la administración general del país. Las estructuras del poder, en conjunto con las relaciones de poder presentan situaciones inclusivas, también exclusiones y, por otra parte, edificaciones y contradicciones, las cuales hay que experimentar en los diferentes momentos de las relaciones con el poder, las ondas expansivas del poder son fuertes, y abarcan al gobierno nacional como también a los opositores políticos, que después se pueden convertir en enemigos políticos.

Es responsabilidad política de la oposición de hacer planteamientos ideológicos que generen ideas para sacar a flote los temas vigentes y urgentes de orden estructural histórico, tales como la salud, educación, etc. El gobierno nacional, por su parte, fortalece su proyecto político a través de estrategias de desarrollo de orden tecnológico, seguridad y la gobernanza de una nación democrática, progresista y productiva. En la actualidad percibimos una oposición política dividida y confrontada, por lo cual recibe criticas de fondo por cometer errores básicos, cuando presentan pugnas de posiciones de poder internas, desorganización estructural que conlleva a resultados desastrosos cuando comparecen ante los medios de comunicación.

Llegan a insultarse entre sí mismos y también hacen extensiva los insultos, improperios a los opositores políticos, es chistoso y cínico percibir como los sujetos de la oposición entran en pugna por candidaturas presidenciales, diputaciones, gobiernos locales y además, pretenden simular, poseer conocimientos políticos que no poseen, puesto que se han dedicado a través de su hoja de vida, a otras actividades que no tienen relación con el núcleo del poder, y cuando abren la boca y quieren hablar de democracia, justicia, honestidad y transparencia, no alcanzan a dimensionar sus exposiciones.

Los desatinos de esta oposición sin ajustes son para conseguir mejores espacios de poder, pecando de ingenuidad e ignorancia, ya que no han podido aquilatar el peso político del candidato del partido oficial.

Entonces hacemos la pregunta ¿Dónde surge la necesidad de una oposición política? El análisis de los mecanismos de la oposición como fuerza opositora al gobierno nacional, no valora con precisión las distintas variables de las fuerzas políticas que se mueven al interior y otras al exterior del Estado, es precisamente en este punto en el cual la oposición se ve acorralada por su ausente calidad de argumentos políticos para intervenir en el próximo evento electoral de elección de Presidente y Vicepresidente de la República.

En tal virtud, puede continuar utilizando las personas que se agrupan en forma desorganizada y no coherente ¿Podrán considerarse que tienen el estatus político de posición? La respuesta es tajante y perentoria, porque no ejercen funciones de oposición política y en consecuencia los efectos políticos son de escasa eficacia, la respuesta es innegable, puesto que el discurso político empleado no tiene una perspectiva de acceso al poder, mucho menos del control del mismo.

Los análisis políticos no se pueden hacer en forma superficial y no calificados, deben ser a profundidad, los acontecimientos nacionales no pueden ser abordados de una manera simple porque caen en la esfera de más de lo mismo. La lucha por el poder no es descendente, sino ascendente, las piezas claves del poder conviven en forma permanente entre nosotros y en nosotros, y su lugar es precisamente en el cual estamos, es decir, la propia cultura que se vive y que se genera cada día, encarna una manera especial de un pensamiento político para construir un proyecto hegemónico, que es lo que está desarrollando el Gobierno Nacional, mediante los aparatos del Estado que ejercen influjos en los ciudadanos y que radican de manera especial en la manera de pensar y de actuar, puesto que el poder político tiene efectos en todos los lugares, en todos los intersticios del tejido social, siendo literalmente consustancial la política con lo social.

De tal manera que, el gobierno nacional ha tomado medidas enérgicas contra la corrupción generando tensiones políticas y polarización, especialmente si se percibe como un medio selectivo contra los oponentes políticos. El poder hace ciegos y videntes, el político es víctima de su propio tejido de poder.