¿Debemos apoyar la reelección del presidente Nayib Bukele o no? Yo creo que sí, pero déjenme explicarles mi punto antes de que el 5 % me escupa. Bueno, partiré del hecho que, como abogado, no puedo sino concluir que es totalmente ilegal y que la patarata armada por el régimen no solo es detestable, sino además nada original. Y esa es solo mi opinión como abogado.

Mi punto de vista como ciudadano, conocedor de la historia política del país, es que la reelección ha sido la gonorrea trepadora más espantosa de nuestra humilde civilización guanaca. Ha sido realmente una gangrena que ha horadado lo poco que hemos ido avanzando hacia una república. Las ansias desmedidas de poder y sus consecuencias fueron, y actualmente son, terribles para El Salvador.

Pero bien, ya que la candidatura a la reelección del presidente actual va porque va, analicemos los pro y los contra. Por qué sí vale la pena, por qué no. ¡Ojo! Quiero aclarar que no depende de mí que suceda tal violación a la Constitución. Eso ya lo decidieron instituciones serviles. Solo me queda el papel de analista.

Por cierto, para que no sucediera lo de la reelección continua (lo cual es un escupitajo a la Carta Magna), tendríamos que hablar de otro pueblo, de otra idiosincrasia, de otras gónadas.

Aterrizando en la actualidad, don Nayib se va a tirar a la reelección y entonces hay que hablar al respecto, y ya no nos perdamos sobre cuestiones tan intrascendentales para el régimen como los derechos humanos y cosas sin importancia como esas.

¿Por qué sí debe reelegirse? Bueno, en primer lugar, humilló a las más grandes estafas de la historia política de El Salvador. ARENA se arropó como el adalid de las políticas del FMI, BM, BID, de Washington, para deshacerse de la estatización espantosa que los gobiernos populistas implantaron en los 80... y fue un total fracaso. Las 14 familias, convertidas en 6 grupos comerciales, se apoderaron de las riquezas. La pobreza creció, el analfabetismo, la delincuencia, la brecha entre ricos y pobres, y los ricos sí que se aprovecharon de lo lindo. ¡Bellos!

Pero con el FMLN la cosa es distinta. Se inscribieron en el comunismo, recibieron armas, enseñanza, adoctrinamiento de la URSS, se jactaron de ser la solución a todos los problemas de la humanidad e iniciaron una guerra, que no era necesaria, y cuando llegaron al poder, ¿qué pasó? Tan mentirosos como los partidos tradicionales, corruptos como pocos, “muertosdehambredeseososdedinero”, y nada cambió para los pobres. Más de lo mismo. Tanta sangre para nada. Delicioso verlos derrotados, sobre todo confirmar que el sistema cubano es una basura.

Nayib Bukele nos dio ese placer de ver humilladas a ambas extremas y eso le merece un período más. Solo por eso. No es que él sea lo mejor, sino que él lo hizo posible.

¿Otras razones para dejar que se reelija? Es un presidente “cool” (fresco, agradable, relajado, sin complicaciones); es un presidente que usa gafas de aviador en eventos importantes, se toma “selfies” en la AG de la ONU; se pone la visera de la gorra hacia atrás, usa yins, chumpa de Top Gun frustrado y habla como cualquier amigo de vecino. Es el “dictador” más “cool” del mundo y, además, más allá de la pobreza y la delincuencia, nos pone a los salvadoreños en el escenario mundial. Eso vale una reelección.

La determinación para hacer obras que nadie había hecho, también. Como alcalde de Nuevo Cuscatlán y de San Salvador hizo cosas que nunca nadie.
Por último, el combate a las maras. No importa que no sepa de procedimientos penales, de derechos humanos, del debido proceso, nada, pero los nacionales y el mundo lo adoran por igual por haber arrodillado a las maras.

Algo tan importante que los ineptos areneros ni exguerrilleros pudieron hacer, al contrario, pactaron con las pandillas, ¡traidores!, solo eso merece que el señor Presidente continúe y les muestre cómo se cosen botones.

La democracia, la República, la Constitución salen sobrando, igual, el pueblo, ni siquiera saben qué son todas esas cosas. Lo importante es que él continúe. ¿O no?