El Salvador se convirtió en el país con mayor tasa de violencia homicida en el mundo en 2015, durante el gobierno de Salvador Sánchez Cerén, superando incluso a las naciones que se encontraba en conflictos armados o guerras abiertas. Ese año fue brutal, en agosto 2015 se registraron 918 asesinatos y el promedio diario anual fue de 18.2. Fuimos “campeones mundiales de homicidios”. Fuimos, no solo el país con el mayor número de asesinatos, sino de feminicidios y del segmento denominado juventud de 15 a 29 años.

Asesinar, matar, ser sicario o gatillero era un oficio y un estilo de vida en El Salvador. Todos sabían, decían y señalaban quienes se dedicaban a esas actividades criminales, pero nadie denunciaba por miedo y pánico a las pandillas criminales, y las autoridades sin presencia ni autoridad en el territorio.

El noveno mes del presente año ha finalizado y se encuentran pendientes de conteo 92 días para el registro de homicidios en El Salvador al cierre de 2023. Pero, al concluir estos tres trimestres, puedo ratificar el dato trabajado y publicado por mi autoría al finalizar marzo de 2023, que fue de 1.9 a 2.5 homicidios por cada 100,000 habitantes. Iniciando octubre 2023, desarrollo una mejor aproximación y un estudio prospectivo del cual puedo manifestar que El Salvador está rumbo a cerrar el presente año con una tasa de violencia homicida que estará entre 2.2 y 2.4 homicidios por cada 100,000 habitantes, que lo ubicará como el país con la menor tasa de violencia homicida en América Latina, con la observación que el grupo de países que están en las primeras cinco posiciones presentan alzas en el presente año. La reducción de la tasa anual en El Salvador para el año 2022 oscilará entre 67 y 72%.

En cuanto al número de homicidios, mi proyección trimestral final, con un trimestre completo por delante, es que el dato oscilará entre 137 y 149 homicidios en el presente año. La disminución en relación al indicador interanual con 2022 es considerable, cuando se registraron 496 homicidios y una tasa anual de 7.8 homicidios por cada 100,000 habitantes. No existe ninguna duda sobre la reducción y disminución de la violencia homicida.

El Salvador, al consolidar los resultados del trabajo estratégico, operativo y táctico en tareas de seguridad, combate frontal a las estructuras de crimen organizado y pandillas criminales, recuperación del territorio, generar condiciones de seguridad para el desarrollo de la actividad comercial, emprendimientos, turismo, negocios y otras actividades productivas, logrará ubicarse por primera vez en 202 años de República en el primer lugar con la menor tasa de violencia homicida en América Latina y disputará hasta el cierre del año con Canadá por el primer lugar en el continente americano.

En mi apreciación será una disputa de cierre fotográfico como en las carreras de 100 metros planos. Los datos hasta septiembre son muy similares en la proyección de tasa anual, es mi oración y deseo que El Salvador lo pueda alcanzar, espero equivocarme en la proyección y que sean menores los datos y cifras, porque representan vidas salvadas y niveles tolerables de violencia homicida. Son buenas y grandes noticias para El Salvador.