El abogado negociador es un mandatario al cual se le confía la gestión de uno o más negocios quien se hace cargo de dichos negocios por cuenta y riesgo del mandate. Cuando el mandante faculta al abogado negociador para que lo represente, para defender sus intereses frente a la parte contraria con la cual tiene una controversia, divergencia por los intereses para hacer efectivos los mismos lo faculta específicamente para poder transigir que son motivados por las circunstancias objetivas o subjetivas y que tienen como relación de causalidad el distinto criterio con que las partes interpretan el beneficio de sus intereses con relación a determinados puntos de interés. Y así que se sustituye la relación controvertida con una nueva relación.

La duda surge cuando las parte no se ponen de acuerdo, porque hay opiniones divididas lo cual da paso a otra forma de transformar el conflicto a través del litigio, lo cual siempre siguen siendo dudosas con mayor acentuación para sus los intereses de las partes puesto que entra al sistema judicial y quien dicta la decisión final de orden jurisdiccional son los jueces en diferentes instancias. Es mas practico y aconsejable para transformar el conflicto el mecanismo de buscar acuerdo de las partes porque estas se encuentran frente a frente, cara a cara, lo cual nos conduce que aceptar las ideas contrarias a las propias, ajustar los puntos dudosos conviniendo las partes voluntariamente en algún medio como, por ejemplo, la negociación como estrategia para la transformación de conflicto.

En consecuencia, la relación jurídica controvertida puede ser ventilada con capacidad para disponer de criterios y opciones y alternativas como medios de negociación. En la practica cuando el mandante faculta legalmente al abogado negociador en su calidad de mandatario se formaliza por medio de un instrumento público, en el cual se establece las facultades y atribuciones del mandatario y se establece además los límites y los alcances que tendrá el mandatario negociador para el desempeño de su gestión. Las estrategias y las tácticas para celebrar el proceso de negociación no es responsabilidad del mandante, quien es el cliente del abogado negociador, si no que es del propio mandatario.

Una situación debe ser clara que la negociación no es derecho si no que es un arte a donde se destacan las aportaciones para transformar el conflicto, el cual es un proceso por el que dos o más partes perciben una diferencia en los intereses o perspectivas que intentan alcanzar un acuerdo en cuanto a la capacidad para controlar el encuadre de la negociación, que es el principio de la transformación del conflicto a través de preguntas fundamentales tales como: qué, porqué, para qué, cuándo y quien, que forman parte del procedimiento el proceso de negociación el cual es fundamental para crear credibilidad y generar el compromiso del cumplimiento de su gestión en la relación continua a negociar además de configurar las dinámicas del mismo y descubrir las posibilidades de tener una óptica de acuerdo, de tal manera, que el abogado negociador debe contar con una formación además de la legal, el conocimiento de la naturaleza humana por la honestidad y la humildad a la hora de negociar.

La diversidad de asuntos a negociar, la ambigüedad estratégica y de manera especial es la de transigir para obtener ventaja de negociación y tener la habilidad para hacer las concesiones necesarias. Las perspectivas de las negociaciones complejas y difíciles (e incluso imposibles) dota al proceso de negociación de la riqueza emocional que es inherente del trabajo del abogado negociador es por ello que el abogado negociador no debe ser empírico por lo que el abogado negociador debe ser un hombre experimentado en los avatares de negociar hasta lo imposible incluso en situaciones en las que hay un desequilibrio de fuerzas entre las partes versado en negociaciones ocultas que nos remite a los contenidos de la negociación, a los asuntos que están en juego, porque en todo proceso de discusión de un tema hay una negociación oculta, que no tiene que ver con los contenidos, si no con la dinámica de negociación en si misma. Es así que la negociación oculta no determina lo que se discute si no como se discute..