Al finalizar el primer mes del régimen de excepción las capturas sobre pasan las 18,000 capturas, y cuando se podía esperar un descenso en el promedio diario de capturas los días 29 y 30 del primer período de régimen de excepción sobre pasaron las 1,000 detenciones cada día. Y ante los tribunales han sido judicializados más de 7,000 personas que han quedado con instrucción formal con detención provisional.

Es lamentable como en este proceso muchos abogados penalistas, no todos por supuesto, están ofreciendo a los familiares que se lo van a sacar en la audiencia de imposición de medidas, están cobrando entre $500 y $1,500 por una sola audiencia, ofrecen la libertad, pero siempre y cuando se les pague por anticipado.

Han sido cuatro semanas de muchas entrevistas en radio, televisión y medios escritos como digitales, en donde se brindan asesorías y recomendaciones contrarias a las reformas al código penal y procesal penal. Algunos incluso que se identifican como expertos en seguridad brindando información que no orienta, que no ayuda a los familiares. Incluso que es falsa.

Ningún abogado o abogada puede, ni debería estar engañando a los familiares de los capturados. Ya que con las reformas posteriores a la autorización y entrada en vigencia del régimen de excepción no se pueden otorgar medidas alternas a la detención provisional para delitos relacionados y vinculados con pandillas, no pueden ofrecer algo que no pueden cumplir. Ha sido lamentable como algunos abogados defensores además requieren entre 15 a 20 documentos que según ellos le dicen a la familia que con esos demostrarán los arraigos. ¿Por qué hacen incurrir en costos y gastos a los familiares cuando saben que en todo caso esos documentos no les servirán en la audiencia inicial y que si Fiscalía General de la República presenta los indicios para cada imputado quedará en detención provisional en espera de cinco o seis meses de la siguiente audiencia?

Las pandillas han permeado la estructura del Estado salvadoreño desde la década anterior cuando la clase política, partidos políticos por medio de sus dirigencias, exfuncionarios, asesores, actores de nuestra sociedad les enseñaron que tenían algo que ellos desconocían, el poder político, que podían por medio de sus miembros, familiares y colaboradores hacer un giro a favor o en contra en las elecciones presidenciales, municipales y legislativas.

Una persona que desconoce y que no está vinculada al actuar, operaciones, criminodinámica, evolución de las pandillas desconoce que hace muchos años algunos de sus miembros ya no se tatúan el cuerpo, ya no utilizan la ropa típica de los pandilleros, estas estructuras pagan diferentes servicios profesionales, utilizan presta nombres, pueden laborar en cualquier empresa formal, tener una hoja de vida impecable sin antecedentes penales o policiales porque las pandillas los utilizan con otros propósitos pero cumplen funciones.

Lo importante y donde siguen fallando muchos ciudadanos es en portar su documento único de identidad-DUI.

A los abogados y abogadas penalistas que litigan en los tribunales los casos en defensa de miembros de estructura del crimen organizado y pandillas, tengan mucha precaución y sentido común, no pueden engañar o burlarse de estas estructuras. Incluso les están diciendo que la siguiente audiencia es otro dinero, y acusan que en los tribunales no los escuchan y permiten que presenten argumentos, otros les dicen que en automático están pasando a instrucción. Mucho cuidado sus vidas pueden correr peligro por engañar a los supuestos pandilleros y sus familias. No se vale hablar mal de las y los jueces cuando están cumpliendo con las reformas aprobadas por la Asamblea Legislativa.