El delito de estafa está regulado en nuestra legislación en los artículos 215, 216, 380 del Código Penal, y la Ley Especial contra Delitos nformáticos art. 10, 11 y 13, y sigue siendo un problema importante y que genera daño en la sociedad, y las leyes se van reformando para adaptarse a las cambiantes modalidades de los estafadores, incluyendo el fraude en línea y otras formas de estafa basadas en la tecnología. La colaboración entre las autoridades y los avances en la seguridad cibernética se han convertido en elementos cruciales para combatir este tipo de delitos en el mundo moderno y en la última pandemia mundial obligó a los delincuentes a modernizarse y operar desde casa utilizando las herramientas tecnológicas actuales. Por lo que se hace necesario apostarle a la represión y a la prevención de este fenómeno delictivo. El delito de estafa causa un daño patrimonial a sus víctimas y para cometerlo, el victimario utiliza el ardid o engaño para sorprender a sus víctimas, utilizando diversas técnicas o modos de operar.
A continuación, enumero las principales modalidades que se desarrollan en la actualidad en El Salvador:
• Estafas con cheques sin fondos, común que se dé cuando una persona está vendiendo un bien, como vehículo o mercadería en las redes sociales y es contactado por el victimario y se hace pasar por un cliente potencial, acuerda comprar solicitando el número de la cuenta bancaria donde deposita un cheque de otro banco que ha sido robado o hurtado, o cuenta vencida, y le dice a su víctima que ya fue pagado el producto para que se lo entregue enviándole la boleta de remesa alterada haciéndole creer que ha sido un depósito en efectivo.
• Estafas con suplantación de identidad, en este caso muchos miembros de estructuras criminales generan una compraventa falsificando las firmas de los propietarios y ubican clientes para venderlos a un precio más bajo de mercado para venderlos en corto tiempo.
• Estafas con clonación de tarjetas de crédito o débito, en esta modalidad, los victimarios ubican a vendedores de diferentes establecimientos (gasolineras, restaurantes, otros), para reclutarlos, para que les colaboren pagándoles una comisión por cada tarjeta que copian la información, aprovechando cuando un cliente se presenta a comprar y paga con tarjeta, estos deslizan la tarjeta en un ‘skimming’ hurtando la información.
• Estafas con ventas de vehículos, en esta modalidad los victimarios venden vehículos robados o hurtados y en su mayoría son rentados en diferentes negocios, suplantan a los propietarios para dar las compraventas quienes continúan pagando el arrendamiento mientras hacen la venta para no ser descubiertos
• Estafas a aseguradoras, los victimarios aseguran sus vehículos luego los sacan del país utilizando puntos fronterizos no habilitados o utilizando otras placas donde son vendidos y luego interponen denuncia en El Salvador por el delito de robo o hurto para el cobro de seguro, obteniendo doble beneficio.
• Estafas inmobiliarias, esta modalidad los victimarios realizan doble ventas en parcelas, realizan venta sin poseer titularidad de los terrenos, ventas sin garantías aplicación de los fondos recibidos a otros inmuebles en construcción, ventas de terrenos rústicos como urbanizables, falsas ofertas de gestiones de ventas o alquileres cobrando grandes cantidades de dinero.
La próxima semana agregaré algunas modalidades, y respetuosas sugerencias en beneficio de la sociedad salvadoreña. Continuará...