Las vacaciones de verano 2022 en El Salvador han finalizado con una característica primordial y es que el acoso, hostigamiento, persecución, cobros de peaje por pasar o por poner un puesto para obtener ingresos en esta temporada, la extorsión mal denominada “renta” los registros que hacían imponiendo retenes en colonias, barrios y comunidades han desaparecido. Por primera vez en el presente siglo la ciudadanía ha podido asistir a las celebraciones de la conmemoración del evento más extraordinario de la humanidad, Jesús de Nazaret murió y resucitó al tercer día, está vivo y reina para siempre para los que por la Fe lo hemos recibido y aceptado como único y suficiente salvador personal.

Y pareciera hasta fanatismo, pero estimados lectores en El Salvador las misas y cultos se tenían que modificar por temor y terror a las pandillas, por años muchas iglesias no podían desarrollar vigilias completas, jornadas de oración durante toda la noche con sus feligresías por temor a que los pandilleros los atacaran fuera o dentro de los templos. Se llego al colmo que pastores y sacerdotes tenían que desarrollar todo evento religioso durante el día y entre más temprano mejor para que “los muchachos” estuvieran tranquilos, era impensable una misa a altas horas de la noche o convocar un domingo de resurrección en la madrugada.

Las y los pandilleros, colaboradores, postes, oportunistas y seguidores de estas estructuras se han dedicado a huir a escapar en la denominada “semana mayor” hemos observado tantas modalidades e intentos, ahora muestran su única cara, son verdaderos cobardes; atrás quedaron todas sus amenazas y expulsiones para los que no estaban con ellos; los policías y miembros del ejército han incursionado en las que ellos han denominado “sus territorios” y cuál ha sido su reacción: darse a la fuga o al menos intentarlo, esconderse, incluso llorar y pedir misericordia, esa misma que le negaron a la gente al momento de extorsionarla y despojarla de sus bienes y negocios.

Las vacaciones nos dejan escenas que ante los operativos de la Policía Nacional Civil y la Fuerza Armada muchos de los pandilleros, supuestos palabreros que su oficio era dictar la palabra maldita para decidir quien vive o muere, gatilleros, renteros, postes, soldados y otros metidos que se lucraban en tanto caos, ahora los hemos visto tratar de esconderse en el estiércol y comida de vacas, bajo la tierra en cuevas mal diseñadas y donde solo la mentalidad de ellos pensaron que no los encontrarían, algunos han tratado de fingir que estaban muertos, tirados en la lámina de aluminio de sus techos quemándose el pecho, otro se sumergió en una pila, algunos trataron de escapar a lo rural por que pensaron que podían ocultarse en cuevas o mini campamentos, y otras modalidad absurdas, que gracias al profesionalismo de las áreas de investigación, inteligencia y seguridad pública-rural de la PNC y la inteligencia militar todos fueron capturados sin ninguna complicación. Es más, con armas de grueso calibre y uso privativo en su poder no tuvieron ni el valor de disparar frente a frente a la PNC y FAES, porque son cobardes solo los atacan a traición.

Ha sido una vacación de semana santa diferente en El Salvador, la población ha sido libre del hostigamiento y azote de las pandillas criminales en El Salvador, las familias que quisieron pudieron salir y hacer las actividades que decidieron, o se quedaron en su comunidad, barrio, cantón, caserío descansando literalmente. Muchas gracias a la PNC, FAES, Fiscalía, Ministerio de Seguridad Pública y Justicia por su trabajo, esfuerzo, sacrificio y servicio en beneficio de la población.