En los países civilizados hay un denominador común: el respeto, agradecimiento, reconocimiento y admiración por sus veteranos. Es muy característico en las sociedades modernas y a la vanguardia del desarrollo; lo cual es entendible, por el servicio militar a su patria. Le rinden tributo a sus veteranos ya fallecidos, y a los que aún disfrutan de su retiro del servicio activo; lo hacen para homenajear a los que en su momento defendieron su país. Cada gobierno honra a sus veteranos por el servicio en sus fuerzas armadas, y les asigna sus beneficios y prestaciones según el marco legal que los rige.

El Salvador no es la excepción, cuenta con miles de veteranos que han servido en la Fuerza Armada en estos 200 años. Un bicentenario que ha legado veteranos leales y valientes; a los de grata recordación la historia les reconoce un lugar privilegiado, por haber aportado, en su momento, al fortalecimiento institucional y nacional. Cada 31 de enero es el “DIA NACIONAL DEL VETERANO DE LA FUERZA ARMADA”, ocasión que es propicia para reconocer su protagonismo en la evolución del país, y para valorar su labor mientras estuvieron de alta en la institución armada. Según decreto legislativo se conmemora este día; el pueblo salvadoreño también se solidariza con sus veteranos en esta fecha especial.

Es muy honorable su legado, algunos como veteranos de guerra. Todos estuvieron presentes cuando el país los necesitó y cumplieron con la misión constitucional. Se adiestraron para defender al estado como un todo, de manera activa mientras estuvieron de alta, y de manera pasiva como parte del cuerpo de reservistas. Veteranos que hoy guardan valiosos recuerdos de su vida militar, ya sea en el Ejército, Fuerza Aérea, Marina Nacional, o en los Cuerpos de Seguridad Pública de antaño.

Por ley, los grados militares alcanzados son de por vida, por esa razón vemos veteranos a quienes se les identifica con el ultimo grado con el que estuvieron de alta. Entre ellos, capitanes, sargentos, coroneles, por nombrar algunos ejemplos. La cortesía militar causa un impacto positivo en el respeto mutuo, y se ve reflejado en las relaciones de camaradería entre veteranos; son una legión, toda una hermandad, y es que hay fuertes vínculos de solidaridad, unión y amistad, fruto de un pasado, glorioso y honorable, en que se vistió el uniforme militar. Lo que hace más relevante ese trato con los veteranos, es el respeto que les guarda la población salvadoreña, quienes les reconocen que su servicio fue abnegado y trascendental. Sin embargo, lo mejor, es la magnífica relación entre personal activo de la Fuerza Armada y veteranos, quienes les han legado una institución honorable, leal, valiente, gloriosa y eficaz. En su momento, cada veterano, puso su grano de arena para construirla así como es hoy: granítica, respetable, profesional, y, orgullosa de un pasado irreprochable como el brazo armado al servicio del pueblo salvadoreño y respetuoso de la Constitución de la República.

Esta fecha es apropiada para rendir tributo a los héroes caídos en cumplimiento del deber, quienes juraron defender el país y cumplieron, ofrendando su vida para salvaguardar la libertad, la defensa y la soberanía de El Salvador. Loor a cada uno de estos héroes, la patria les reconoce su sacrificio. Juramentar bandera es un hito en la vida de cada veterano, marca el compromiso de ofrendar la vida de ser necesario por el país.

Un saludo a cada uno de los veteranos de la Fuerza Armada, y a sus dignas familias, quienes conocen de la noble labor de los que han estado de alta en tan vital institución. Es un orgullo contar con veteranos leales y valientes. Especialmente quienes participaron en la Campaña Militar 1980-1992, a 33 años de haber dado “Parte a la Nación”, cuando a viva voz se dijo “Misión Cumplida” el 31 de enero de 1992. Asimismo, aquellos veteranos de la guerra en Irak, artesanos de la paz en ese lejano país, que cumplieron a cabalidad con la misión humanitaria y de reconstrucción. Además, de la guerra de 1969 aún hay veteranos que recuerdan el sacrificio hecho en defensa de nuestros connacionales. Veteranos todos, un saludo en este día especial.

• Eduardo Mendoza es general retirado.