Esta institución busca integrar lazos sociales en comunidades de riesgo de El Salvador que estuvieron afectadas por las pandillas y, entre otros, que más jóvenes tengan procesos de formación e ingresen a las universidades. Todo lo resumió en un esquema montado sobre el mapa de El Salvador, así:
El modelo de desarrollo explicado por el director de Integración, Alejandro Gutman. / DEM.
En su presentación, el director exhortó a evolucionar en la implementación de los proyectos sociales buscando transformar la realidad y criticó que hay instituciones –no especificó cuáles– que ni siquiera saben medir el impacto que tendrán los proyectos.
Así, dijo que el modelo requiere voluntad política, instituciones públicas y privadas y participación de la gente.
"Hay que evolucionar, la gente se nos muere, los pobres siguen viviendo mal, con la cantidad de recursos maravillosos que tiene el país. Está la vocación política, están las instituciones públicas que poco a poco se vienen sumando, la gente empieza a participar", exhortó a quienes cooperan o implementan proyectos en el país.
“Hemos empezado a trabajar en el cambio desde hace uno o dos meses pero esto es un proceso que nunca más va a terminar, la idea es que jamás termina. Sí va a haber metas donde miles van ingresando a la universidad, recibirán el proyecto formativo... Con el apoyo de las instituciones públicas y privadas, será cada vez mayor”, explicó, en declaraciones a los medios después de la presentación de su modelo, ante la pregunta sobre cuánto verá los resultados de este modelo.
El director de Integración, Alejandro Gutman, en el auditorio de la Biblioteca Nacional de El Salvador (BINAES). / YM.
Pobreza “no se reduce al aspecto económico”
En su presentación, Gutman aseguró que la pobreza no se reduce al aspecto económico y que es “un insulto a los pobres” hacerlo y explicó que la pobreza tiene aspectos emocionales, políticos e intelectuales. La definió como la carencia de los elementos integradores. “La integración es un término mucho más generoso”, añadió.El director añadió que, para combatir la pobreza, es necesario institucionalizar la integración y romper los embudos de todo tipo.
Algunos proyectos que desarrolla la Dirección de Integración en el país son:
- Ferias Integra: la comunidad tiene acceso a servicios médicos, psicológicos, trabajo social, arte, refuerzos escolares.
- Festivales entre comunidades: oportunidad para hacer que los vecinos se conozcan entre ellos, practican arte, educación, cultura y deporte. “Participan, se conocen y se respetan y van construyendo juntos su futuro”.
- Proyecto de los abuelos.
- Proceso formativo para los jóvenes de las escuelas: para interiorizarse más de las realidades de su país y conocer más del “ADN de la pobreza”.
- Preparación para el ingreso a las universidades. La Dirección gestiona la contratación de refuerzo académico en matemáticas, por ejemplo, para 1,200 jóvenes de comunidades de riesgo, con el fin de que se integren a las universidades.
“Ahora vamos a poder mucho más”
En una entrevista previa a la presentación realizada por Roberto Valencia, Gutman respondió que su cargo es “ad honorem”, y que ha destinado fondos y sacrificios familiares en un esfuerzo por la integración que inició a sus 15 años. “Estoy drenado”. Sin embargo, aclaró que hoy lo acompaña la gente.“Sigo siendo igual que cuando empecé a los 15 o 16 años en Argentina, en las calles; después fui a Sudáfrica... El premio es parte de esta movida política... hice muy poco, ahora vamos a poder mucho más”, afirmó al referirse a la fundación de la Dirección de Integración durante el gobierno de Nayib Bukele, a quien siempre le da las gracias en más de alguna ocasión.
“Cualquiera puede decir lo que quiera, hoy más que antes, sobre todo en las redes sociales”, dijo a sus críticos. El funcionario también criticó la falta de cobertura de los medios de comunicación.
El funcionario recordó que sin logros presentó su proyecto a los expresidentes Antonio Saca, Mauricio Funes y Salvador Sánchez Cerén. No encontró vocación, dijo. La invitación de Bukele, expresó, la estuvo esperando 20 años. “Yo en 20 años no tuve una silla, una mesa, no tuve un escritorio, hoy tengo una oficina pero yo no dejo de ir nunca a los lugares”, dijo, sobre su oficina ubicada en la colonia Zacamil, en Mejicanos.