Los integrantes de Nuestro Tiempo buscarán reagruparse para formar un movimiento con una marca distinta, relató Andy Failer, presidente del partido político que ahora está en liquidación por no haber alcanzado los 50,000 votos necesarios en las elecciones de Asamblea Legislativa para no tener una causa de cancelación.

En X, Failer resume lo que para él fue fraude en las elecciones: un brusco cambio de reglas electorales "impregnada de acciones autoritarias", silencio del Tribunal Supremo Electoral (TSE), desigualdad en las elecciones. Agradeció a sus votantes y expresó: "No necesitamos partido para seguir resistiendo y para construir propuestas pensadas en el futuro".

DIARIO EL MUNDO conversó esta mañana con Andy Failer sobre el nacimiento de este nuevo movimiento.

¿Qué significa eso?, ¿van a refundar el partido o no?

Nos vamos a reagrupar, no hemos definido si vamos a convertir en un nuevo partido político pero lo que sí hemos definido es que vamos a reagruparnos y lanzar un nuevo movimiento político, por supuesto, no se quiere solo en la sociedad civil y que quiere buscar, como ya lo hemos hecho, la participación electoral. Cuando llegue ese momento, ni siquiera tiene que ser este año, vamos a decidir si el movimiento pasa a ser partido político o puede construir alianzas con institutos políticos que pueden participar o incluso valorar la posibilidad de candidaturas independientes. Lo que sí está en firme es el movimiento político. No Nuestro Tiempo como movimiento, sino una nueva marca política.

¿Cómo se va a llamar ese movimiento?

Todavía no lo tenemos definido, hay un bosquejo de ideas, pero cuando lo definamos lo queremos anunciar hasta que lancemos el movimiento político, que va a ser en un par de meses o semanas.

Nuestro Tiempo tenía un enfoque humanista y liberal, ¿qué enfoque tendrá este movimiento?

En la conversación que hemos tenido ahorita no nos hemos enfrascado en lo ideológico, porque es un movimiento político, no hemos dado el paso a ser partido, pero sin duda lo que vamos a rescatar si se puede poner como rasgos ideológicos la defensa de los derechos humanos, del Estado de Derecho, de libertad económica, libertades generales.

¿Cuál sería una plataforma política para aliarse o para presentar una propuesta?

En principio, los partidos democráticos, quienes están en favor del respeto a la Constitución, al igual que nosotros, estar resistiendo a la ola autoritaria/popular que atraviesa El Salvador, estamos dispuestos a platicar con todos ellos, pero esa decisión ya no dependerá tanto de nosotros sino de los partidos políticos.

Nuestro Tiempo logró 65,076 votos en las elecciones de Presidencia de la República y 41,060.48 votos en la Asamblea Legislativa. No participó en las elecciones municipales.

¿Cuál es su opinión sobre el segundo mandato de Bukele, la apuesta económica anunciada y los primeros cambios de gabinete?

No hay mayores expectativas de un segundo mandato. Si bien es cierto la lectura que hizo el presidente es porque ya es una realidad, es el principal malestar de este país, el alto costo de la vida, no hay claridad de cuál es la apuesta económica, lo único que anunció es que nos preparemos para un poco de medicina amarga si es necesario, pero no hay claridad de cuál es la apuesta económica pensándolo en políticas públicas que es lo que le correspondería al gobierno. Estamos a la expectativa de cuáles son esas medidas y entre paréntesis colocaría la medicina amarga para solventar el problema económico. Solo he visto dos (cambios de gabinete), no me queda claro si el diputado deja el cargo para pasar a la presidencia de INVEST (exProesa), si alguno va a ser ad honorem y si va a haber un cambio más radican en su gabinete.

¿Qué pasó con Luis Parada, será parte del movimiento o no?

No es una conversación que he tenido con Luis con respecto a si él quisiera militar en el movimiento político que nosotros lancemos, pero de momento se ha enfocado bastante su vocería activa desde afuera, recordemos que él es residente de los Estados Unidos. Ayer estaba platicando con algunas personas que acudieron a la CIDH y organizaron otras reuniones con salvadoreños en el exterior y Luis les acompañó.