La Asamblea Legislativa aprobó esta noche una décima sexta prórroga del régimen de excepción en El Salvador luego de una discusión política entre Nuevas Ideas, que defiende el aumento de la seguridad en las comunidades, y la oposición, que reclamó la comisión de torturas en las cárceles, muertes de pandilleros y capturas arbitrarias de personas inocentes.

El decreto de prórroga fue aprobado con 67 votos de Nuevas Ideas y sus aliados; 9 diputados votaron en contra –3 de Arena, 4 del FMLN, Vamos y Nuestro Tiempo– y 3 abstenciones de Arena. Cinco diputados estaban ausentes.

Los criminales tienen que ir a la cárcel pero los salvadoreños que no tienen vínculo con el crimen tienen que recuperar su libertad, es lo que siempre hemos dicho”.
César Reyes, diputado de Arena.


La iniciativa fue introducida hoy a la 1:00 de la tarde por el ministro de Justicia y Seguridad, Gustavo Villatoro, quien destacó el apoyo popular a la medida y arremetió nuevamente contra "organismos internacionales" que afirmó "financian" supuestamente una "campaña" contra el régimen de excepción. En la presentación, el Ministerio de Defensa Nacional presentó un balance de capturas, decomisos y días sin homicidios. Organizaciones indican que han recibido 3,500 denuncias de capturas arbitrarias y otros abusos.

Tenemos que celebrar que estamos vivos, mi voto hoy va a ser por la vida de cada uno de los salvadoreños, madres, padres, gente trabajadora, también por los que tuvieron que irse de El Salvador.
Suecy Callejas, diputada de Nuevas Ideas.


El régimen de excepción es una facultad constitucional para la Asamblea Legislativa que puede aprobarlo por un máximo de 30 días prorrogable por una vez más. Sin embargo, el gobierno argumenta que la sentencia de inconstitucionalidad 21-2020 del 8 de junio de 2020 estableció que la prolongación no se limita a "una sola vez" y que las "prórrogas sucesivas" "son admisibles siempre que continúen las circunstancias que motivaron la suspensión de derechos".

En el decreto el gobierno argumenta que es "imperante continuar la guerra contra las pandillas" por la "reiteración de hechos delictivos y la reacción violenta de remanentes de las estructuras criminales", y que es necesaria la "detección de pandilleros" en el país y "fuera de las fronteras", para "darle sostenibilidad a los significativos avances".