El partido opositor Alianza Republicana Nacionalista (Arena) señaló hoy al gobierno salvadoreño de “poner en peligro el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI)” por la continuidad de compras de bitcoin luego del acuerdo con el organismo financiero.

El partido de derecha publicó este miércoles un comunicado en el cual cree que la compra de bitcoin por el Estado “podría eventualmente poner en peligro” el acuerdo así como el plan de contingencia fiscal para resolver parcialmente el problema de liquidez del gobierno”.

“El presidente Bukele ha sido enfático en decir que la compra de bitcoin no se detendrá a pesar de que el acuerdo estipula una prohibición de las compras gubernamentales de bitcoin mientras dure el plan de financiamiento”, reclamó.

Hace una semana, el martes 4 de marzo, el presidente Nayib Bukele dijo que el bitcoin “no se detendrá” cuando compartió una publicación de la Oficina Nacional del Bitcoin que confirma la compra de un bitcoin llegando a un saldo de 6,101.8 monedas. El 6 de marzo, la directora de comunicaciones del FMI, Julie Kozack, reaccionó diciendo que “el gobierno se comprometió a no acumular bitcoins a nivel del sector público en general” y que “las autoridades han confirmado que estas son consistentes con las condicionalidades acordadas en el programa”. Ese día, la directora de la Oficina del Bitcoin, dependencia de Casa Presidencial, criticó que “algunos bitcoiners confían en las palabras del FMI sobre las acciones”.

Este martes 11 de marzo, la Oficina Nacional del Bitcoin anunció otra compra. "El Salvador está acumulando mientras otros venden en pánico. Un BTC más añadido a nuestra reserva estratégica hoy", escribió, al anunciar un saldo de 6,113.18 bitcoins.

El acuerdo entre el gobierno y el FMI firmado por los titulares del Banco Central de Reserva (BCR) y del Ministerio de Hacienda compromete al gobierno a “no acumular bitcoins” y promete un financiamiento de casi $1,400 millones en 40 meses bajo la modalidad de Servicio Ampliado del Fondo (SAF o EFF) que da asistencia financiera a los países que afrontan graves problemas en la balanza de pagos a mediano plazo por deficiencias estructurales.