Alas también pidió bendiciones para los funcionarios del Gobierno de Bukele, para que con "sabiduría, prudencia y sensatez" dirijan la nación por los próximos cinco años.
"Al inicio de este mandato presidencial del señor Nayib Bukele, te suplicamos Dios Todopoderoso le ilumines con tu Santo Espíritu para que tome las mejores decisiones en beneficio del pueblo, ilumina también a todos los funcionarios del gabinete de Gobierno y a todos los funcionarios del Estado, para que con sabiduría, prudencia y sensatez puedan dirigir el destino de esta nación, legislando y distribuyendo justicia sin excepción de personas", afirmó Alas durante la oración.
Escobar Alas bendijo a todos los presentes que asistieron a la toma de protesta, y pidió a Dios por los gobernantes para que protejan a la familia, al derecho a la vida, protejan a los grupos vulnerables, entre ellos, campesinos, indígenas, entre otros.
"La promoción del bien común, el ejercicio de la justicia , la lucha contra la impunidad y la corrupción, el cese de la violencia en todas sus formas, y la protección de la cultura y el medio ambiente...".
José Luis Escobar Alas,
Arzobispo de San Salvador.
Agregó: "Una sociedad en la que sus gobernantes sea un deber sagrado la defensa del derecho de la vida, al trabajo, a la salud , y a la educación, la defensa al derecho a la alimentación, al agua, al salario justo y a una pensión digna, concede señor a este pueblo la paz que siempre ha soñado, una paz en lo que los niños puedan vivir libres de toda amenaza, crecer en mente, en cuerpo y espíritu, sin influencias perniciosas que corrompan su ser".
Alas en su oración pidió que los gobernantes centren en sus prioridades una "economía más humana", y que le permita alcanzar un desarrollo no solo cuantitativo sino que equitativo.
Escobar Alas fue parte de una comitiva de la Arquidiócesis de Salvador que estuvo entre los invitados a la segunda toma de posesión de Nayib Bukele como presidente de la República, para el periodo del 1 de junio del 2024 al 31 de mayo del 2029.
Durante el discurso del presidente Bukele prometió enfocarse en la economía de los salvadoreños, aunque advirtió "medicina amarga", pero pidió a los presentes un apoyo incondicional y "sin quejas".