Las propuestas fueron realizadas por el religioso en una conferencia en donde pidió al gobierno mantener la prohibición a la minería metálica luego de que el presidente Nayib Bukele se manifestara a favor de levantar la prohibición para obtener riquezas destinables a infraestructura en el país.
“Yo he pensado y algunas veces lo he dicho que se deben revisar los impuestos y quitarle al pueblo pobre algunos impuestos, favorecer por ejemplo con la medicina, no debería estar cargada con el IVA e incluso la canasta básica, sería un gran alivio”, manifestó Escobar Alas en una conferencia de prensa.
El arzobispo subrayó que los aumentos en los costos de productos esenciales para las familias salvadoreñas han afectado a los sectores de menores recursos.
La canasta alimentaria está compuesta por alimentos básicos en cantidades suficientes para cubrir, por lo menos, las necesidades energéticas y de proteínas de una familia.
En octubre, la canasta básica alimentaria urbana alcanzó los $245.7, de acuerdo con la Oficina Nacional de Estadísticas y Censos (Onec). Este reflejó una reducción de $3.51 con respecto al mes de septiembre.
En junio de 2024, el presidente de la República, Nayib Bukele aseguró que en su segundo mandato se enfocaría en resolver los problemas económicos de los salvadoreños.
Con ello, el gobierno inauguró en diferentes puntos del país los agromercados y recientemente en la central de abasto.
El arzobispo sostuvo que si bien, con la implementación de la central de abasto y los agromercados se ha aliviado el bolsillo de las personas, es necesario replantear la eliminación del impuesto en los medicamentos y la canasta básica.
Impuesto al patrimonio
El líder religioso sugirió que, en lugar de aumentar la carga sobre el consumo de los ciudadanos, la implementación del impuesto al patrimonio, el cual sostuvo que “permitiría redistribuir los recursos de manera equitativa en benefició de la población.Escobar Alas señaló que el impuesto del patrimonio es un impuesto que tienen los “países civilizados”, como Estados Unidos, “que es justo porque se trata que lo paga el que más tiene”.
“Es una forma solidaria de que los que más tienen más paguen en beneficio de los que tienen menos, esa es la filosofía de los sistemas tributarios, pero aquí ha sucedido lo contrario. Al final lo paga la gente más pobre y es lo que podemos observar”, recalcó el arzobispo.