La Asamblea aprobó la medida transitoria que tendrá vigencia hasta el 14 de julio de 2025, luego de que el decreto de fijación de precios aprobado en octubre de 2023 finalizara su vigencia el domingo 14 de abril de 2024.
El decreto aprobado el lunes con 65 votos a favor y 12 abstenciones tendrá vigencia hasta el 14 de julio de 2025.
Minutos después de la aprobación, la Dirección General publicó que los usuarios que registran un consumo mensual por abajo de los 300 kilovatios/hora no percibirán ninguna variación en su factura.
“Déjase sin efecto el artículo 90 del Reglamento de la Ley General de Electricidad, en consecuencia facúltese a la Dirección General de Hidrocarburos y Minas, para que durante la vigencia del presente decreto pueda emitir vía acuerdo suscrito por el director general de dicha dirección, los parámetros y lineamientos técnicos para la fijación tarifaria, incluyendo la definición de la metodología del traslado de precios a tarifas del usuario final”, reza el decreto aprobado hoy.
El artículo 90 del reglamento que queda sin efecto define la fórmula para el establecimiento de las tarifas.
El decreto transitorio también faculta al Ministerio de Hacienda a que emita notas de crédito del tesoro y gestione los recursos necesarios para garantizar el menor impacto para los consumidores finales para la recuperación de los montos diferidos en la tarifa del cargo por energía en el período de vigencia del presente decreto.
Actualmente la Unidad de Transacciones (UT), administrador del mercado mayorista, reporta que el precio del megavatio hora (MWh) se colocó en $124.62, un 16.9 % por encima del valor reportado en enero de 2024, cuando costaba $106.55.
Frente al precio del mercado en octubre de 2023, cuando se aprobó la fijación, el megavatio ha subido un 21.8 %. El valor de marzo es además el más alto en siete meses.
El precio de la energía se fija cada 15 de enero, abril, julio y octubre, a partir de los costos de generación de los últimos tres meses. La UT reporta que en los primeros dos meses de 2024 hubo una menor participación de la generación hidroeléctrica debido a la temporada seca, cuya demanda fue cubierta principalmente por el gas natural licuado (GNL).