“La dura represión fue necesaria para proporcionar un cortafuegos, un alto absoluto a la violencia que estaba alimentando una espiral descendente que arrastraba a muchos a una vida de delincuencia. Ahora que finalmente hay paz, el trabajo de sanación y edificación puede continuar”, dice en el artículo de la revista de la Fundación de Arte y Literatura escrito por “Benjamin Braddock” publicado el 7 de febrero de 2024.
El artículo recuerda el auge pandilleril en los Estados Unidos, las consiguientes deportaciones incrementados por la administración de Bill Clinton, la negociación del gobierno de Mauricio Funes con las pandillas y el rompimiento de la tregua en 2015.
Menciona que Bukele fue expulsado del FMLN “por criticar a dirigentes del partido” y recuerda la cancelación de partido Cambio Democrático (CD) y la consiguiente inscripción del mandatario en el partido Gran Alianza por la Unidad Nacional (Gana) con el cual ganó la Presidencia con el 53 % de los votos.
Posteriormente, cuenta las diferentes fases del Plan Control Territorial, con el cual, dice, desplegó policías y militares, bloqueó las señales telefónicas de las prisiones, creó la Unidad de Tejido Social y equipo a la Policía y a la Fuerza Armada.
“Rodearon la legislatura ese domingo por la tarde junto con la Policía y el Ejército. Pero a la sesión se presentaron menos de la mitad de los diputados”, rememora también el 9 de febrero de 2020, cuando los militares se tomaron el Congreso al presencial la presión de Bukele para la aprobación de un préstamo por $109 millones.
El artículo también recuerda que el 26 de marzo “las pandillas se lanzaron a una matanza dirigida a vendedores ambulantes, pasajeros de autobuses y compradores de comestibles”. “Las pandillas pretendían enviar un mensaje al gobierno”, indica. “La reacción del gobierno fue rápida y decidida. En las primeras horas del día siguiente, la Asamblea Nacional aprobó un estado de emergencia y un estado de excepción”, añade.
Luego, señala que el gobierno redujo “raciones de comida, se quitaron los colchones y la ropa, los reclusos ahora solo vestían ropa interior y dormían sobre cemento” y que Bukele “prometió que si había más oleadas de violencia pandillera, los pandilleros encarcelados no recibirían ni un solo grano de arroz”.
Señaló que el ambiente parecía “autoritario y tenso” pero que, cuando vino a El Salvador, en marzo de 2023, “en lugar del estado policial neofascista que los medios de comunicación me habían dicho que esperaba, había un aire de paz y libertad”.
“La dura represión fue necesaria para proporcionar un cortafuegos”, asegura el articulista. “La tasa nacional de homicidios está ahora a la par de la de Luxemburgo. El Salvador es el país más seguro del hemisferio occidental. Más seguro que Estados Unidos, más seguro que mi propio condado”, dice.
El artículo fue recomendado por Bukele bajo el título “La guerra de Bukele por la paz”.