El presidente Nayib Bukele respondió, este lunes, a las críticas hechas por el defensor de derechos humanos, Paulo Abrão, exsecretario de la Comisión Interamericana de Derechos (CIDH), y acusó en Twitter a la Organización de Estados Americanos (OEA) de patrocinar la tregua de las pandillas en 2012.

Abrão retomó un mensaje del mandatario salvadoreño en el que ordena a las pandillas: “Paren de matar o ellos (cabecillas presos) van a pagar también”, y calificó las medidas de “populismo penal”, y señaló que el Gobierno de El Salvador estaría recurriendo a “ilegalidades para enfrentar ilegalidades. Barbaries para enfrentar barbaries”.

Bukele respondió al mensaje y acusó a la OEA de haber acompañado la tregua de las pandillas y permitir que éstas consiguieran acumular desde entonces armas, dinero y entrenamiento “para matar”.


“Ustedes en la OEA y la CIDH fueron los que patrocinaron la “Tregua” que solo fortaleció a las pandillas y les permitió acumular recursos, dinero, armamento y les permitió entrenarse en los polígonos de tiro del ejército para matar salvadoreños. Llévense su peste de nuestro país”

Nayib Bukele, presidente de El Salvador


Aunque no existe registro que la CIDH haya participado en un plan de apoyo sobre controvertido pacto de pandillas, si lo hay noticias respecto al respaldo que le dio en 2012 el entonces secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, y que viajó a San Salvador para verificar un plan de apoyo que el organismo había definido para mejorar las condiciones de reclusión en las cárceles salvadoreñas.

exsecretario de la OEA, saluda a un pandillero enmascarado durante un acto simbólico por la paz en la Plaza Gerardo Barrios, en San Salvador.AFP
exsecretario de la OEA, saluda a un pandillero enmascarado durante un acto simbólico por la paz en la Plaza Gerardo Barrios, en San Salvador.AFP



El plan de apoyo a la tregua vigente desde el 9 de marzo de 2012 entre la Mara Salvatrucha y Barrio 18 inició a partir de que los pandilleros le entregaron a Insulza un listado de peticiones y una entrega simbólica de más de 3,000 armas que fueron destruidas.

Estas acciones en 2012 impulsdas para frenar la ola de crímenes violentos, fue señalada por el presidente Nayib Bukele, quien pidió el fin de semana a la Asamblea Legislativa decretar un régimen de excepción, restringiendo las libertades civiles y ampliando los poderes de la policía y del ejército, para frenar una ola de homicidios que inició el viernes y que en tres días deja 87 asesinados.