El arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas, restó importancia al cambio en la conmemoración de los Acuerdos de Paz a Día de las víctimas, y aseguró que lo relevante es que se dé justicia a los familias dolientes de los crímenes de guerra.

“Que se cambie el nombre a la celebración posiblemente no sea tan importante, que se llame Día de la paz o Día de las víctimas”, dijo este domingo en conferencia.

“Hay que decir que la paz tan anhelada no se consiguió porque los Acuerdos de Paz son un punto de partida, no un punto de llegada, y dos meses después surgió la Ley de amnistía general, absoluta y espuria que impidió que haya justicia y sin justicia no puede haber paz”, sentenció.

El prelado es del criterio que, en su defecto, debió haberse promulgado la “ley de reconciliación donde se juzgue al culpable”. Pero, al no haberlo, “vino la impunidad y se ignoró los informes de la Comisión de la Verdad”. Citó la resolución de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia que en 2016 derogó la amnistía y ordenó que se hiciera un cuerpo normativo para la justicia transicional, que a la fecha aún no se tiene.

“Ojalá que la haya. Habría que retomar los informes de la Comisión de la Verdad; que se tenga en cuenta a las víctimas es estupendo y que se favorezca al pueblo que fue víctima de esa guerra”, dijo.

Entonces, que ahora se ponga en el centro al pueblo sufrido es magnífico, pero que se le cumpla... habría que retomar los informes de la Verdad y comenzar los juicios por cada delito de lesa humanidad”.
José Luis Escobar Alas, arzobispo de San Salvador


Aclaró que eso no quiere decir que haya venganza, sino justicia. “Que se conozcan los casos en que hubo violaciones a los derechos humanos, que se pida perdón a las víctimas y que haya una sentencia condenatoria que posiblemente se pueda conmutar con una acción social”, agregó.

Recordó que en ese esfuerzo intervinieron personas con “muy buena voluntad” que hicieron un gran trabajo, comenzando por monseñor Arturo Rivera y Damas, así como su auxiliar el cardenal Gregorio Rosa Chávez, al igual que lo hizo el papa Juan Pablo II quien visitó el país en 1983 y "nos invitó a que fuéramos artesanos de la paz”

En el ámbito civil, monseñor Escobar Alas reconoció el aporte de países aliados y destacó el esfuerzo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que dejó como fruto el Informe de la Comisión de la Verdad.

“Los Acuerdos de Paz acabaron con los campos minados, los constantes bombardeos a la población civil, el deterioro ambiental, la matanza injustificada de animales, la destrucción de infraestructura a nivel nacional como grandes puentes, también se redujo el alto número de militares, desapareció la Guardia Nacional, la Policía de Hacienda, la Policía Nacional, acabó con la militarización de las calles, cesó la tortura y represión; la guerra terminó, pudieron volver los exiliados y comenzar una vida civil de paz, eso no lo podemos olvidar”.

Reducción de la Fuerza Armada

El religioso abogó porque se reduzca el número de efectivos de la Fuerza Armada pues fue uno de los acuerdos al finalizar el conflicto armado. “Si hay una situación de violencia, se justifica que se incremente la Policía, pero no el Ejército porque estamos abogando por la paz no por la guerra”, dijo.

Dijo que lo importante para las víctimas es conocer dónde están los cuerpos de sus familias, para eso es relevante que se abran los archivos militares. “La firma de los Acuerdos de Paz fue un acontecimiento histórico importante que va a estar siempre en la historia, que nadie puede negarlo ni desatenderlo, es un hito importante en la historia”, dijo.

Ante el reinicio de revisión de la masacre de los Jesuitas, Escobar Alas afirmó que es parte de la deuda que tiene la justicia salvadoreña; en ese sentido, se mostró a favor de que se reabra el caso y que se sancionen a los culpables, pero urgió que se tome en cuenta a las víctimas, es decir, a la Universidad Centroamericana José Siméon Cañas. Pidió también dar justicia a otros crímenes de lesa humanidad.