Rafael Gómez Escoto, director de la Escuela de Física de la Universidad de El Salvador (UES), quien tiene un doctorado en Física de la Universidad de Darmstadt, de Alemania, está de acuerdo en que se instale una planta de energía nuclear en El Salvador.

Además de señalar que los costos económicos y ambientales de las centrales hidroeléctricas son elevados, asegura que estas requieren grandes terrenos, pérdida de vegetación y desplazamiento de poblaciones.

Si el país quiere desarrollarse, quiere industrializarse, tiene que buscar nuevas fuentes de energía y no está quedando más alternativa que la energía nuclear, esa es una realidad que tenemos que enfrentar”.
Rafael Gómez Escoto, director de la Escuela Física.


“Las centrales hidroeléctricas, ya no hay de dónde. La cuenca más importante es el río Lempa pero no le puede poner represas en todas partes al río Lempa”, dijo. Tampoco ve potencial suficiente en Berlín y Conchagua; y argumenta que la energía fotovoltaica requiere altas extensiones de terreno para instalar paneles solares y la generación es baja.

¿Es realista porque la energía nuclear no es barata?

Los costos de la energía nuclear no son superiores a una instalación hidroeléctrica, andan por el mismo rango. Una instalación hidroeléctrica, para que dé suficiente potencia, que sea significativa dentro de la matriz hidroeléctrica, puede necesitar $400 o $500 millones. Una planta nuclear moderna, digamos, en la estructura modular con que ahora se instala puede costar $300 millones. Realmente los costos no son tanto el problema porque puede ser asequible, pueden haber instituciones que financien si es que el país tiene dificultades para financiarlo. El problema es si tenemos la capacidad humana y social para la instalación.

¿Se refiere a capacidad profesional?

Capacidad profesional, capacidad humana y el tema social porque en los países donde hay demasiada inestabilidad social no se recomienda instalaciones nucleares.

¿Inestabilidad social, se refiere a que puede haber oposición de la gente?

Demasiada criminalidad y también de conflictos sociales. Nosotros pasamos un conflicto social en la época de los ochentas, una guerra civil. En esas circunstancias, muy difícilmente sería recomendable una planta nuclear porque eso puede ser motivo de sabotaje, puede haber motivo de quererla intervenir militarmente por otros medios, de querer robare el combustible nuclear con otros fines, etcétera. Por ahí anda el problema, si el país puede garantizar que tiene suficiente estabilidad social y seguridad social como para que se pueda instalar una planta nuclear. Si eso se puede garantizar, entonces, es una opción que el país tiene que valorar porque no nos quedan más alternativas.

De hecho, la cobertura de energía eléctrica en el país, a pesar que es un país pequeñito, es insuficiente, no cubrimos toda la necesidad, y la demanda va a crecer con el tiempo.

Si se quiere un proceso de desarrollo industrial en el país, las fuentes de energía que tenemos ahorita son insuficientes, no dan para eso, hay que buscar otras fuentes y la energía nuclear es una buena alternativa, es energía limpia, es energía que dentro de los cánones de seguridad se puede manejar, es un proyecto que no se va a instalar de aquí a mañana, lleva tiempo.

Se han iniciado estudios de factibilidad, digamos, adonde se puede instalar, cuáles serían los lugares adecuados porque una planta nuclear tiene que estar alejada de zonas densamente pobladas y además tiene que estar cerca de importantes recursos de agua por si en caso de un accidente el agua es importante para el tema de enfriamiento, porque una central nuclear es como una olla de presión. Usted pone en una olla de presión agua, le pone una fuente de calor, la pone a hervir se convierte en vapor y ese vapor es el que da la fuerza motriz para mover turbinas y generar energía eléctrica. Es una olla de presión, es una tetera, donde vamos a producir el vapor suficiente para mover turbinas de generación de energía eléctrica. ¿Cuál es la fuente de calor? En el caso de una central nuclear son materiales radiactivos. Y ese combustible, en general el que se utiliza es uranio pero con las nuevas tecnologías se ha comenzado a usar torio, es menos complicado que uranio.

¿Pero no tenemos ninguno?

Torio no tenemos pero hay bastantes países que lo producen. Bueno, tiene que haber torio, en el medio ambiente salvadoreño, pero no en cantidades como para decir lo vamos a vender y lo vamos a usar como combustible. Además, las cantidades que se requieren son pequeñas, kilogramos, eso se puede comprar, es asequible, es más barato que el uranio y produce menos desechos radiactivos y tiene menos riesgos para producir armas. El uranio, sí.

¿Qué estudios conoce aquí en El Salvador?

Apenas se han comenzado a hacer estudios el año pasado. Entonces, está recibiendo el acompañamiento del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) para ver las factibilidades, hay un periodo de dos años en el cual se está explorando esa factibilidad de que el país pueda o no establecer una central nuclear.

¿Y cómo lo han conocido?

Eso tiene que ver porque hemos participado en unas reuniones, porque el Organismo ha pedido al ente encargado aquí en el país, la Dirección General de Energía, Hidrocarburos y Minas, que incluya a la academia por el tema de formación de personal y la única Escuela de Física en el país es esta. Ninguna otra universidad produce físicos. Claro, para una central no solo necesita físicos, necesita ingenieros, necesita administradores, necesita un montón de gente, médicos probablemente, pero el tema de la física es central porque se trabaja con sustancias radiactivas y esa es una de nuestras especialidades. En este país ya trabajamos con material radiactivo. Se utilizan para fines médicos, tratamientos de cáncer que requieren el uso de quimioterapia o agujas o materiales radiactivos que puedan quemar tejido afectado por alguna enfermedad cancerosa, también en los tratamientos odontológicos, usamos rayos X.

¿Pero ese material radiactivo no es tan riesgoso tener material radiactivo como tener una planta nuclear?

La planta es el edificio y las máquinas, el material radiactivo es una cosa pequeñita y ese material radiactivo es su fuente de calor porque la radiación es energía, es calor. Ahora, para manejar esa pequeña cantidad de material radiactivo, usted necesita una planta donde el material esté protegido, en condiciones de total control, de tal manera que no haya fugas de radiación hacia el exterior y que personal que administra y opera la planta no esté sujeto a ningún daño por radiaciones. Para eso se necesita una serie de controles.

¿Dónde se ha pensado ponerla?

No conozco el detalle de los primeros estudios pero entiendo yo que hay varias locaciones donde las condiciones son adecuadas en términos geológicos, de que no haya muchos movimiento sísmico o no estén muy cerca de zonas volcánicas, no hay mucho en el país, y que además estén lejos de la población y hay agua. No hay muchos lugares, pero los hay. Pero, al final de cuentas, esos estudios los va analizar el Organismo Internacional y ellos son los que van a dar el aval.

¿Qué tan segura es y por qué países como Alemania han renunciado a la energía nuclear?

Países como Alemania comenzaron a renunciar en la década de los 80 y esto es porque en Alemania hay un fuerte movimiento verde, hay una fuerte conciencia social de protección al medio ambiente. En Alemania habían proliferado las centrales nucleares. A pesar que Alemania nunca tuvo accidentes grandes pero siempre había preocupación por el tema de los desechos.

¿Son eternos los desechos?

Con el tiempo va perdiendo intensidad la radiación, es una función exponencial decreciente, de tal manera que al final del tiempo las fuentes se van volviendo inofensivas, el problema es que esos periodos de tiempo son largos, pueden pasar mil años, dos mil años o más tiempo y usted todavía tiene radiactividad en los desechos, entonces, esa es una preocupación a nivel mundial, cómo le doy tratamiento a los desechos radiactivos. Lo que ha encontrado la ciencia es que usando otras sustancias diferentes del uranio, por ejemplo, las sales de torio, la cantidad de desechos radiactivos disminuye y la peligrosidad de estos desechos también disminuye, pero de alguna manera siempre tiene que ser una preocupación. Si el país instala una central nuclear, ese es uno de los temas que tiene que darle tratamiento. En la ley está considerado el tema porque eso tiene que ser legislado.

Una diputada dijo que si hubiera un accidente acá sería desastroso para todo el país porque el país es tan pequeño, no sería muy diferente a si se instala en un lugar o en otro, ¿es cierto?

Eso depende de los mecanismos de seguridad que se instalen en la planta, del material que se tenga y de las condiciones de ese material, no es que todo el país va a ser borrado. Pero, sí, un accidente puede tener implicaciones graves, eso sin duda. Pero como en toda obra humana, uno no está pensando en los accidentes, sino que está pensando en las posibilidades de desarrollo y lo que va a ganar. Usted construye una casa, puede haber accidentes, pero no es eso lo que me va a detener porque la necesito. El país necesita fuentes de energía. Entonces, evaluar si es posible instalar una central nuclear en el país tiene sentido. Que lo podamos hacer todavía está en veremos.