Alonso Rauda no quería que sus hijos sintieran la incertidumbre que él sintió en su vida, de andar “rodando”. Junto a su esposa Erlinda debían tener un lugar propio para que sus nueve hijos estuvieran tranquilos.

El lugar elegido por la familia para comenzar su sueño fue una lotificación ubicada en Los Llanos 1 de El Paisnal, al norte de San Salvador.

Erlinda recuerda que antes su familia vivía gracias a la “posada” que les daban.

“Vinimos a vivir aquí porque andábamos de posada y nos dimos cuenta que estaban lotificando aquí, mi esposo fue a averiguar dónde podía encontrar esa oficina para agarrar un lote aquí”, recordó.

Fue así como empezaron a pagar los dos lotes y tenían 13 años para hacerlo.

El atraso.

La pareja se esforzaba por realizar el pago puntual. No era fácil reunir la cuota de aproximadamente 140 colones –ahora son $16– para ambos lotes pero luego de sufrir la muerte de la abuela de la familia empezaron a tener dificultades para seguir pagando las cuotas. Se atrasaron cuatro meses.

“Nos retrasamos con el pago, en ese momento, teníamos el dinero pero mi mamá se agravó, la llevamos al hospital y murió, lo que teníamos ahorrado lo gastamos en darle una sepultura a ella”, recuerda Erlinda.

La lotificadora les mandó un aviso para advertirles que debían pagar lo que debían o desalojar la casa y los lotes.

“Mi papá fue a tratar de ver cómo arreglaba, pero allá le dijeron que o pagaba o se iba y que, si llegaba a cortar algún árbol de los que él mismo había sembrado, que lo iban a meter preso”, cuenta Mayra Rauda Morales, hija de Alonso.

Se había atrasado en el pago de cuatro cuotas, un aproximado de 560 colones
La lotificadora permitió que siguieran viviendo en el lugar con el requisito de iniciar de cero el pago de la deuda, dice la familia. Contaron 20 años hasta el 1 de abril de 2005. Pero Alonso falleció sin recibir una escritura registrada.

“Mi papá nunca quiso que nosotros corriéramos con la misma suerte que él corrió, de andar rodando, él quería que nosotros tuviéramos un lugar propio y no nos podíamos ir para otro lado a buscar porque nosotros éramos de aquí y tuvo que tomar la decisión de volver a comenzar de cero, nuevamente a pagar esos lotes”, recuerda su hija.

Las familias pidieron al Ministerio de Vivienda, el 28 de septiembre, que apresurara el estudio de sus casos.
Las familias pidieron al Ministerio de Vivienda, el 28 de septiembre, que apresurara el estudio de sus casos.

“Aguantábamos hambre para la cuota”.

Para pagar las cuotas mensuales, don Alonso y Erlinda trabajaban y vendían lo que podían. “Él era jornalero, iba a pescar y, de lo que reunía, de eso juntaba para la cuota y yo le ayudaba a engordar un marrano, sean dos, para venderlos”, cuenta Erlinda.

Sin embargo, aún con dificultades, los esposos les dieron a sus hijos el estudio que pudieron, unos alcanzaron a estudiar séptimo grado y los otros, bachillerato.

Mayra dice que para su madre y su padre fue muy difícil cubrir los gastos de los nueve hijos y pagar a tiempo la cuota de los lotes. “Éramos nueve hermanos, verdad, era mucho el gasto que tenían, la entrada de dinero era poca... Muchas veces aguantábamos hambre con tal de apartar el dinerito para la cuota del mes”, recuerda.

“No nos vamos”.

La familia de Erlinda seguirá esperando la escritura de sus lotes. Nunca ha tenido otro lugar dónde irse a vivir. “No nos vamos a otro lugar porque no tenemos dónde vivir y ya no hay dónde agarrar tampoco. Voy a estar aquí esperando la escritura”, asegura.

Es una de las familias que ha pedido la intervención del Ministerio de Vivienda junto a unas 8,000 familias que representa la organizaciones Comunidades de Fe Organizadas en Acción (Cofoa). Para consultar sobre el caso, Diario El Mundo se contactó con Argoz, S. A. de C. V., pero no obtuvo respuesta.

El dato

Erlinda sigue el proceso de escrituración después que falleció su esposo. Son una de las 8,000 familias que representa Comunidades de Fe Organizadas en Acción (Cofoa).

3 datos que debes de conocer


1.- Mesa técnica
El 13 de enero de 2022, el Ministerio de Vivienda estableció una mesa técnica para estudiar el atraso en de las familias sin escrituras.

2.- Procesos ágiles
El 28 de septiembre, las familias aglutinadas por Cofoa pidieron al Ministerio de Vivienda para que se estudien ágilmente todos los casos.

3.- Compromiso
El 17 de octubre, Vivienda se comprometió con las familias a darles avances de los casos en una reunión programada para el 11 de diciembre.