El Salvador se unió a Argentina, Bahamas y Haití en el continente americano, para abstenerse de apoyar el Pacto que subraya el "aumento y diversificación" de las amenazas a la paz mundial, en particular, el "riesgo de guerra nuclear" y reitera los compromisos fundamentales de los miembros de la ONU: respeto de la Carta de los Derechos Humanos y del Derecho Internacional, protección de los civiles, diplomacia para resolver los conflictos, etc.
No ha habido ningún comentario de la Casa Presidencial o el Ministerio de Relaciones Exteriores de El Salvador al respecto. Este martes el presidente Nayib Bukele hablará ante la Asamblea General de la ONU.
El Pacto también reitera el compromiso con la eliminación de las armas nucleares. El texto, aprobado por consenso aunque no es vinculante, contó con la oposición de países como Rusia, Venezuela, Nicaragua, Corea del Norte, China o Bielorrusia.
Entre los países que se abstuvieron figuran Afganistán, Azerbaiyán, Brunei, Burkina-Fasso, la República Centroafricana, Chad, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Eswatini y Kirguistán.
Un total de 143 naciones del mundo votaron a favor del acuerdo, entre las que figuran Costa Rica, Guatemala, Honduras, Panamá. Además, Estados Unidos, Canadá, México, los países de la Unión Europea, Japón, entre otros, votaron por el pacto.
El Pacto promete acelerar los esfuerzos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que buscan erradicar la pobreza extrema, luchar contra el hambre, lograr la igualdad de género y promover la educación para 2030. La mayoría de estos objetivos no va por buen camino, a pesar de los compromisos adquiridos en 2005 y repetidos hace un año.
Junto al documento principal, los Estados miembros también adoptaron el Pacto Digital Global para reducir la brecha digital y desarrollar tecnologías seguras y respetuosas en beneficio de todos. El texto examina en particular las oportunidades y los riesgos de la IA. En un momento en que el rápido desarrollo de tecnologías revolucionarias podría amenazar la democracia y los derechos humanos, los Estados se comprometen a crear, bajo los auspicios de la ONU, un Grupo Científico Internacional para promover el diálogo internacional entre los gobiernos y otros actores relevantes del sector.