El nuevo comisionado de Derechos Humanos de El Salvador, el colombiano Andrés Guzmán, asegura que la lucha contra las pandillas del presidente Nayib Bukele es “inédita” y que su reto personal es contribuir a la paz en el país centroamericano.

“Creo que el conflicto [con las pandillas] que se vive y el momento histórico que vive El Salvador no lo ha vivido ningún país en el mundo. Esto es algo que es inédito”, dijo el comisionado en entrevista con la AFP.

“Hay dos temas importantes acá, el primero es que estamos viviendo un régimen excepcional, no hay un contexto histórico en ninguna parte del mundo donde haya sucedido lo que sucede en El Salvador. Esto tiene una responsabilidad gigante”, agregó.

El abogado colombiano de 47 años asumió esta semana sus funciones y conversó con periodistas de la AFP en un salón de la casa de gobierno en San Salvador.

Indica que su experiencia en derechos humanos es de “toda la vida”, aunque precisa que su “énfasis” ha sido en temas digitales, “delitos de alta tecnología” y en la protección de las mujeres y de los niños.

Ha sido profesor en universidades en España, Perú y Colombia, y se desempeñó como defensor delegado de los derechos en los entornos virtuales y la libertad de expresión en la Defensoría de Colombia.

“Momento excepcional”

Desde hace 14 meses en El Salvador se realizan detenciones sin orden judicial, en virtud del régimen de excepción con el que Nayib Bukele lleva adelante una “guerra” contra las violentas pandillas.

Las detenciones de “inocentes” y el trato que reciben los presos son el epicentro de las denuncias de organismos de derechos humanos, aunque la cruzada de Bukele es ampliamente apoyada por sus compatriotas.

Cuando le preguntan a quién presentará sus informes, Guzmán es claro: al presidente Bukele.
Sobre las acciones que seguirá en casos de abusos, sostiene que ya “hay unos lineamientos generales que ya están instituidos en la Constitución”, y serán investigados por la Fiscalía y la Procuraduría de Derechos Humanos.

Guzmán destaca que en el marco de las medidas excepcionales en vigor se han analizado “muchísimos casos”, y “más de cinco mil” detenidos han sido liberados, de los casi 69.000 presuntos pandilleros arrestados.

“Cada caso se está analizando, pero son medidas excepcionales dentro de un momento excepcional que se está viviendo, y las soluciones tienen que ser excepcionales y vamos a construirlas, ese es el afán del señor presidente”, agrega.

Pandillas siguen reclutando.

El colombiano señala que “el mayor y único desafío es primero la reconciliación de El Salvador”, pero reconoce que “el tema del miedo” que ha vivido buena parte de la población por causa de las pandillas también es un tema “vital” que hay que analizar.

“Todos tienen una historia que contar” sobre los delitos que cometían las pandillas y “todavía aquí las personas tienen miedo, es algo que no se puede ocultar”, remarca.

Advierte que no ha terminado el reclutamiento de jóvenes por parte de las pandillas y en este tema “latente” hay que “actuar”, llevando más “escolarización, por ejemplo”.

“Los niños nacieron ahí [entre las pandillas] y no conocen otra cosa, pues ésa ha sido su vida y hay que actuar muy firmes ahí, es un tema en el que hay que colocar los ojos”, dice.

Lo que vive El Salvador “es un problema interno tan grande”, destaca Guzmán, agregando que espera tener acceso a información sobre los encarcelados.

“Oficina abierta”.

“Creo que es un reto gigantesco poder entrar a ser parte del problema, pero sobre todo a poner un grano de arena en la solución. Entonces digamos que es un reto personal y tener la posibilidad de aportar algo a reconstruir esa sociedad”, añade.

Guzmán indica que se apoyará de una comisión “interdisciplinaria” con personas “especializadas”, para “crear soluciones específicas para cada problemática”.

Asegura que está dispuesto a conversar con las oenegés y organismos internacionales que han sido críticos de los métodos de Bukele.

“Todo el que quiera venir a mi oficina, es una oficina abierta”, concluyó el colombiano.