La Conferencia Episcopal de El Salvador (CEDES) convocó a una jornada de oración y ayuno ante el “posible desastre” que causaría la reactivación de la minería, la cual se realizará el 7 de febrero de 2025.

“Los obispos de El Salvador, ante la entrada en vigencia de la Ley general de la minería, nos dirigimos a todas las personas de buena voluntad y que procuren el bien común para pedirles que oremos por nuestro país”, reza una carta titulada con la frase “Nada me importa tanto como la vida humana”, compartida por san Óscar Romero en una homilía en marzo de 1980.

CEDES señaló que “no podemos mantenernos pasivos” ante las secuelas dejadas por eventos extremos, como terremotos o erupciones volcánicas, así como prácticas realizadas por las personas que han dejado huella en la destrucción de la flora y la fauna, como la deforestación de los bosques, el uso irresponsable de las tierras para cultivos y las mineras.

“Movidos por esta realidad tan preocupante, convocamos a todas las personas que crean en Dios a una jornada de oración por la creación, que tendrá lugar el viernes 7 de febrero de 2025 y en la que pedimos a todos sin ningún tipo de interés ideológico, partidario o político, sino por el bien común”, indica el comunicado, también leído por el arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas.



En la jornada también se recogerán firmas para una petición dirigida a la Asamblea Legislativa de revertir la ley, aprobada el 23 de diciembre de 2024. “Es necesario prohibir la práctica de todo tipo de extracción minera que redundaría en un nuevo flagelo para la población, no solo la más vulnerable, sino toda la general”, sumó la Conferencia.

La ley de minería metálica inició vigencia el 7 de enero de 2025, la cual permite explotación, exploración y extracción de metales. Además, avala toda actividad minera metálica en el suelo o subsuelo de dominio de El Salvador sin necesidad de concesión aprobada por la Asamblea Legislativa.