Las sanciones están basadas en la Ley Magnitsky sobre Rendición de Cuentas Global sobre Derechos Humanos, aprobada en diciembre de 2017.

Dicha ley busca castigar la prevalencia de las violaciones de derechos humanos y la corrupción que tienen su origen, en forma total o en gran parte, fuera de Estados Unidos.

Como consecuencia, todos los bienes y participaciones en bienes de las personas indicadas precedentemente que se encuentren en Estados Unidos o que estén en poder o bajo el control de personas estadounidenses, quedan bloqueados.

Asimismo, quedan bloqueadas todas las entidades en las que el 50 % o más pertenezca, en forma directa o indirecta, a una o más personas alcanzadas por esos bloqueos.