En el mejor de los casos, los alimentos para los animales alcanzarán para todo abril. Los zoológicos de Colombia, el segundo país más biodiverso del mundo, sufren por su obligado cierre para contener la pandemia del nuevo coronavirus.
Los 'zoos' de Santa Cruz -cercano a Bogotá- y Cali (suroeste) garantizan insumos para sus especies y el pago de sus trabajadores hasta comienzos de abril. El Santa Fe de Medellín (noroeste) respira menos angustiado: su operación está cubierta hasta principios de mayo.
La alimentación de unos 4.300 animales -algunos en peligro de extinción y la mayoría recuperados de redes de tráfico- y el sustento de unas 500 personas están en vilo desde la semana pasada.
Tres de los principales parques del país cerraron puertas en la antesala del confinamiento general que inició este miércoles por orden del presidente Iván Duque para frenar al COVID-19, que deja tres muertos y 378 casos detectados en Colombia. La cuarentena está prevista hasta el 13 de abril, pero podría prorrogarse.
Todos dependen por completo de la taquilla.
"La situación es muy difícil", dice a AFP Jorge Abaud Echeverri, director del Parque Zoológico Santa Fe, que alberga 960 especies, como leones, tigres, osos, cebras, hipopótamos y distintos monos, reptiles y aves.
La operación del Santa Fe, que este año cumplió sesenta años de fundado, es una de las más costosas del país. Al mes necesita unos $110.000 entre alimentos, insumos y nómina, que normalmente se cubren con la entrada de los 280.000 visitantes que reciben cada año.
Desde el lunes iniciaron una campaña en redes sociales para recaudar donaciones y el martes comenzaron a reunirse con autoridades en busca de recursos. "Nadie está preparado para lo que viene (...) Plan B y C no hay", agrega el directivo. "Realmente necesitamos encontrar apoyos".