El alquitrán de corteza de abedul, el pegamento más antiguo del mundo, estuvo en uso durante al menos 50.000 años, desde el Paleolítico hasta la época de los galos.
Hecho a base de corteza de abedul calentada, sirvió como adhesivo para manipular herramientas y decorar objetos. Los científicos pensaron erróneamente que había sido abandonado en Europa occidental al final de la Edad del Hierro (800-25 antes de Cristo) y reemplazado por resinas de coníferas, alrededor de las cuales se desarrolló una industria en toda regla durante el período romano.
Pero al estudiar artefactos que se remontan a los primeros seis siglos de nuestra era a través de la lente de la química, la arqueología y el análisis textual, investigadores franceses descubrieron que se estuvo utilizando alquitrán de abedul al menos hasta la antigüedad tardía.
Los artefactos en cuestión encontrados en una región donde el abedul es escaso, --lo que plantea la cuestión de cómo se adquirió--, son testimonio de la fuerza de la tradición entre los galos.
Los hallazgos de los científicos se publican en Antiquity.