La primera estación espacial china, de 7 toneladas de masa, reingresará en forma o descontrolado a la atmósfera terrestre y se desintegrará casi totalmente alrededor del 1 de abril, prevé la Agencia Espacial Europea.

"Lo más probable es que arda debido al calor extremo que generará su paso a alta velocidad a través de la atmósfera", señaló la agencia en un comunicado.

Algunos restos del laboratorio espacial Tiangong-1 caerán probablemente en el océano o en tierra firme, pero las posibilidades de que causen daños humanos son ínfimas, según Stijn Lemmens, experto en residuos de la Agencia Espacial Europea basado en Darmstadt, Alemania.

"Después de 60 años de vuelos espaciales, nos acercamos a la cifra de 6.000 reentradas incontroladas de grandes objetos (en la Tierra), en su mayoría satélites y partes superiores" de cohetes, dijo a la AFP.

Más del 90% de estos residuos pesaban 100 kilos o más.

"Solamente en una ocasión un fragmento impactó en una persona, sin herirla", señaló el experto.

Lemmens calculó las posibilidades de ser alcanzado por residuos espaciales en una en 1,2 billones, 10 millones de veces menos que de recibir el impacto de un rayo.

Guatemala monitorea la trayectoria

El director del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh) de Guatemala, Eddy Sánchez, manifestó que existen posibilidades que fragmentos de la base espacial caigan en territorio guatemalteco.

“Hay probabilidades, ya que el laboratorio espacial está sin control. Naturalmente, está orbitando en la Tierra como chatarra. Tiene definida una órbita, pero cuando penetre en la atmósfera terrestre se va a desintegrary sus piezas pueden tomar cualquier rumbo”, manifestó.

Según Sánchez una de las trayectorias probables es que baje sobre el área de la Península de Yucatán, al norte de Petén; pero, como es chatarra y no hay control sobre ella, puede tomar cualquier dirección.

Además, dijo que la mayor probabilidad es que caiga cerca de Italia, España, Grecia, Australia o Argentina; sin embargo, cada vez que el artefacto desciende, su órbita cambia ligeramente.

El Programa Espacial de China, que lanzó el Tiangong-1 (Palacio Celestial) en 2011, apenas ha informado sobre la suerte de esta estación espacial, la primera del país capaz de albergar astronautas y diseñada con el fin de experimentar con tecnologías relacionadas con atracar en el espacio.

El programa publica diariamente en su página web oficial su trayectoria descendiente, y su altitud media el martes era de 207,7 km.

La agencia de noticias estatal Xinhua dijo el lunes, citando a la agencia espacial china, que el laboratorio "arderá por completo mientras ingresa en la atmósfera".

Durante sus dos años de vida operativa, el Tiangong-1 participó en dos misiones con tripulación y una sin.

Como para todos los satélites y naves espaciales de gran tamaño, la estación había sido programada para una "reentrada controlada" después de su vida útil, con una caída en el océano Pacífico, lejos de toda zona habitada.

Pero en marzo de 2016, la estación espacial "dejó de funcionar, aunque mantuvo su integridad estructural", indicó la ESA.

"Se presume que el Tiangong-1 se desintegrará durante su reentrada atmosférica y que algunos fragmentos sobrevivirán al proceso y alcanzarán la superficie de la Tierra", dijo la ESA.