Google ha lanzado una alerta SOS, mediante las que se recibe información en tiempo real de lo que está sucediendo en un momento de crisis, para búsquedas relacionadas con el brote del nuevo coronavirus.
La compañía introdujo las alertas SOS en 2017 y se activan en momentos de crisis en los que los que la seguridad pública podría estar en riesgo.
Ahora, Google ha anunciado que ha lanzado una alerta SOS con la Organización Mundial de la Salud (OMS) para hacer que los recursos sobre el coronavirus sean más accesibles.
"Cuando las personas buscan información relacionada en Google, encontrarán la alerta en la parte superior de la página de resultados y tendrá acceso directo a consejos de seguridad, información, recursos y actualizaciones de la cuenta de Twitter de la OMS", ha señalado Google Communications en Twitter.
Google también ha informado de que ha donado 250.000 dólares (alrededor de 226.000 euros) a la Cruz Roja de China. Asimismo ha comenzado una campaña interna para pedir a los usuario de Google que donen. Según Google Communications, la compañía ya ha recaudado más de 3,5 millones de yuanes (alrededor de 457.000 euros).
El objetivo de las alertas SOS de Google es "hacer que la información de emergencia sea más accesible durante un desastre natural o provocado por el hombre", según señala la compañía en su página web. Esta función suele estar disponible en los idiomas oficiales de la zona afectada y en inglés.
"Tenemos equipos por todo el mundo que obtienen información de agencias gubernamentales, servicios de emergencia, portales de medios de confianza y ONGs", detalla Google.
La OMS anunció este jueves su decisión de declarar el brote del nuevo coronavirus en China como una emergencia sanitaria internacional, tras la muerte de más de 170 personas en el gigante asiático.
Aunque China es el epicentro del brote y el país más afectado, el coronavirus se ha extendido ya a otros países del sureste asiático y también se han detectado casos en Europa y América.
Los signos comunes de infección incluyen síntomas respiratorios, fiebre, tos y dificultades para respirar. En casos más graves, la infección puede causar neumonía, síndrome respiratorio agudo severo, insuficiencia renal e, incluso, la muerte.