Las simulaciones globales sugieren que el plancton y las especies de peces están mostrando resistencia al cambio climático al sumergirse más o trasladarse a latitudes más altas.
Un nuevo estudio publicado en la revista 'Nature Climate Change' indica que la composición de la comunidad marina cambia de manera predecible en el calentamiento de los océanos.
Anticipar cambios en la composición de la comunidad en respuesta al calentamiento es un auténtico reto porque las especies responden de manera diferente y las interacciones cambian entre ellas. la nueva investigación muestra cómo los cambios en las comunidades marinas siguen estrictamente el calentamiento del océano a medida que aumenta el número y la abundancia de especies de aguas cálidas, mientras que las de las especies de aguas frías disminuyen.
"Identificar los aspectos del cambio comunitario que pueden ser analizados y pronosticados es crucial para informar mejor a la administración sobre los cambios ambientales", explica Jorge García Molinos, del Centro de Investigación del Ártico de la Universidad de Hokkaido, uno de los autores de este estudio.
Dirigido por el profesor Michael Burrows, de la Asociación Escocesa de Ciencias del Mar (SAMS), un equipo internacional de investigadores del Reino Unido, Japón, Australia, Estados Unidos, Alemania, Canadá, Sudáfrica y Nueva Zelanda analizó tres millones de registros de miles de especies estandarizadas de encuestas internacionales que datan de 1985 para evaluar cómo el calentamiento del océano está afectando la composición de las comunidades de peces y el plancton en todo el hemisferio norte en relación con las tolerancias térmicas de las especies que los constituyen.
En aguas que se calientan rápidamente, como el Atlántico Norte, el equipo encontró fuertes cambios hacia un dominio de las especies de aguas cálidas, reemplazando a sus contrapartes tolerantes al frío. Estos cambios fueron menos pronunciados en regiones con temperaturas estables, como el Pacífico Nororiental y el Golfo de México. Las comunidades marinas más sensibles al calentamiento están compuestas por especies con baja diversidad térmica y estrechas tolerancias térmicas.
Sin embargo, en algunas regiones que experimentaron un rápido calentamiento de la superficie, como el Mar de Labrador, las comunidades respondieron menos de lo esperado. Estas regiones se caracterizan por fuertes gradientes de profundidad de temperatura (hasta 5°C para una profundidad de 100 metros), lo que permite que algunas de las especies de agua fría enfrenten el calentamiento mediante la redistribución hacia aguas más profundas.
"Este hallazgo nos recuerda que la vida en el océano, y los impactos del cambio climático en él, abarcan un mundo verdaderamente tridimensional. Sin embargo, todavía tendemos a simplificar la situación al observar estos problemas en dos dimensiones, algo que puede conducir a a las conclusiones equivocadas", advierte García Molinos.
Los científicos señalan que estos efectos fuertes y predecibles del reciente cambio de temperatura en la composición de la comunidad marina, que operan a través de las afinidades térmicas de las especies, proporcionan un punto de referencia para medir qué tan rápido se está reestructurando la biodiversidad global como resultado del cambio climático en escalas regionales a oceánicas.