La presión humana sobre los océanos del mundo se aceleró bruscamente a principios del siglo XXI y no muestra signos de desaceleración, según un nuevo análisis sobre el estado del océano.

Los científicos denominaron el aumento dramático de la "Aceleración Azul". Los investigadores del Centro de Resiliencia de Estocolmo, Universidad de Estocolmo, sintetizaron 50 años de datos de tráfico marítimo, perforación, minería en aguas profundas, acuicultura, bioprospección y mucho más. Los resultados se publicaron en la revista One Earth.

Los científicos dicen que la industria oceánica más grande es el sector de petróleo y gas, responsable de aproximadamente un tercio del valor de la economía oceánica. La arena y la grava son los minerales más extraídos del océano para satisfacer la demanda de la industria de la construcción. A medida que el agua dulce se convierte en un producto cada vez más escaso, alrededor de 16.000 plantas de desalinización han surgido en todo el mundo en los últimos 50 años con un fuerte aumento desde 2000, según el análisis.

El autor principal, Jean-Baptiste Jouffray, del Centro de Resiliencia de Estocolmo, dijo: "Reclamar los recursos oceánicos y el espacio no es nuevo para la humanidad, pero el alcance, la intensidad y la diversidad de las aspiraciones actuales no tienen precedentes".

La industrialización del océano despegó a fines del siglo pasado, impulsada por una combinación de progreso tecnológico y la disminución de los recursos terrestres.

"Esta aceleración azul es realmente una carrera por los recursos y el espacio oceánicos, presenta riesgos y oportunidades para la sostenibilidad global".

El estudio destaca algunos impactos humanos positivos. Por ejemplo, el área protegida de alguna explotación ha aumentado exponencialmente, con un aumento desde 2000 que no muestra signos de desaceleración. Y la tecnología de parques eólicos marinos ha alcanzado la viabilidad comercial en este período, lo que permite al mundo reducir la dependencia de los combustibles fósiles.

Los autores concluyen llamando a una mayor atención sobre quién está impulsando la aceleración azul, qué la está financiando y quién se está beneficiando de ella. Las Naciones Unidas se embarcan en una "década del océano" en 2021. Los científicos dicen que esta es una oportunidad para evaluar los impactos socio-ecológicos y gestionar los recursos oceánicos para la sostenibilidad a largo plazo.

Destacan que existe un alto grado de consolidación en relación con la industria pesquera, la explotación de petróleo y gas y la bioprospección, con solo un pequeño puñado de compañías multinacionales que dominan cada sector. El equipo sugiere que los bancos y otros inversores podrían adoptar criterios de sostenibilidad más estrictos para las inversiones oceánicas.