Criticado, dado por muerto, "el pelado", el árbol de Navidad de Roma, se marchitó antes del 25 de diciembre y se ha convertido en el hazmerreír de los internautas.
Ante tal situación, la alcaldesa de la capital decidió abrir una investigación para determinar las causas de la agonía prematura del abeto.
"Lo tomamos con la sonrisa en la boca. De todos modos abrimos una investigación interna para saber porque se ha secado y pediremos una indemnización. Se queda donde está, nos hemos encariñado con él", aseguró este jueves la alcaldesa, Virginia Raggi al margen de la inauguración del pesebre de Roma en la plaza de España.
Programado para permanecer al menos un mes en la céntrica Piazza Venezia, el árbol, un abeto de unos 25 metros, rápidamente se veía frágil, las hojas secas, por lo que se convirtió en blanco de bromas y comentarios amargas en las redes sociales, que lo bautizaron "Spelacchio", "El pelado".
"Es la metáfora de la capital", escribió un usuario en twitter, mientras que otro se interroga : "¿A qué hora abre la capilla ardiente?".
Este jueves, un grupo de jóvenes vestidos con trajes de laboratorio blancos, apareció frente "a la escena del crimen" para determinar quién lo mató.
Para algunos "la agonía del abeto" representa la criticada gestión de la alcadesa Raggi, del Movimiento 5 Estrellas, elegida en junio de 2016 como representante de la formación antisistema.
"El árbol duró el mismo tiempo que han durado los asesores de la alcadesa", se burló otro usuario, refiriéndose al vals de colaboradores que han pasado por la alcaldía.
"En Rusia bautizaron nuestro abeto 'cepillo de inodoro', bromeó el diario Il Messaggero.
Según el diario, el abeto se secó porque fue parcialmente cubierto durante su transporte desde el bosque de los Dolomitas, en el norte del país.
"Se vende vivo o muerto por sólo 48.000 euros", sostiene el diario al referirse a su costo.