Los propios países tienen una influencia sorprendentemente fuerte en la conservación de su suelo, hasta el punto de que existe un 'efecto país' que incide en la erosión de suelos en todo el mundo.
David Wüpper y Robert Finger del Grupo de Economía y Política Agrícola de ETH Zurich, y Pasquale Borrelli de la Universidad de Basilea, han empleado imágenes satelitales y numerosas fuentes de datos para investigar las causas socioeconómicas de la erosión del suelo en todo el mundo.
Sobre la base de datos de teledetección de alta resolución y muchas otras fuentes de datos, los investigadores crearon un mapa de erosión del mundo. Con la ayuda de un modelo estadístico, los investigadores investigaron si la tasa de erosión generalmente está cambiando continuamente a través del espacio, pero "salta" abruptamente en las fronteras del país. Tales "saltos" abruptos en las fronteras políticas revelan la influencia de los países que quedan a un lado y a otro de las fronteras.
En un segundo mapa, los investigadores también modelaron la tasa potencial de erosión natural. Esto les permitió ver cuán grande es la diferencia entre la erosión actual y la natural y si existen discontinuidades naturales en la tasa de erosión en las fronteras políticas.
Fue a través de este enfoque que Wüpper y Finger pudieron identificar el "efecto país" como causa de la erosión del suelo. Los investigadores presentan sus hallazgos en un estudio publicado recientemente en la revista Nature Sustainability.
Este efecto de país es más visible a lo largo de las fronteras políticas, ya que estas áreas ofrecen la mejor base para comparar observaciones. "La velocidad a la que los suelos se erosionan depende en gran medida de qué lado de la frontera y, en consecuencia, en qué país se encuentra el suelo", dice en un comunicado el autor principal David Wüpper.
Para ilustrar su enfoque, los investigadores utilizan la isla de La Española, hogar de Haití y la República Dominicana, como ejemplo. En su forma natural, la Española estaría cubierta uniformemente con densos bosques tropicales y la erosión natural sería muy baja porque esta vegetación protegería el suelo de la lluvia.
En realidad, sin embargo, los investigadores encontraron que a lo largo de la frontera, los suelos de Haití pierden 50 toneladas más por año y por hectárea que los de la República Dominicana. Wüpper explica que si la Española no hubiera sido sometida a intervención humana y aún estuviera en su estado natural, no habría un fuerte aumento de la erosión del suelo a lo largo de la frontera. "Pero la presencia de tal aumento apunta a entidades políticas, no a fronteras naturales", dice.
La erosión diferencial a lo largo de la frontera de los dos estados del Caribe es extremadamente alta: 30 veces más alta que el promedio mundial, que, según los cálculos de los investigadores, es de 1,4 toneladas por año y hectárea de tierra cultivable. En comparación, la tasa de erosión en Alemania es 0.2 toneladas menor que la de los países vecinos. Los investigadores consideran que esto es muy positivo porque sugiere que la erosión también es bastante baja en los países que bordean Alemania.
"Nuestros hallazgos ilustran cuán inconsistente es el patrón observado en todo el mundo", dice Wüpper. La mayor influencia de un país en la erosión del suelo es su agricultura y la forma en que los agricultores cultivan el suelo allí. Sin embargo, el nivel de ingresos en un país en particular no tiene influencia.