Un estudio de los movimientos de los cometas realizado por astrónomos japoneses indica que el Sistema Solar tiene un segundo plano de alineación.
La investigación analítica de las órbitas de los cometas de períodos prolongados muestra que el afelio de los cometas, el punto donde están más alejados del Sol, tiende a caer cerca del conocido plano de la eclíptica donde residen los planetas o de una "eclíptica vacía" recién descubierta. Esto tiene importantes implicaciones para los modelos de cómo se formaron originalmente los cometas en el Sistema Solar, informa en un comunicado el NAOJ (National Astronomical Observatory of Japan).
En el Sistema Solar, los planetas y la mayoría de los demás cuerpos se mueven aproximadamente en el mismo plano orbital, conocido como eclíptica, pero hay excepciones como los cometas. Los cometas, especialmente los cometas de período largo que tardan decenas de miles de años en completar cada órbita, no están confinados al área cercana a la eclíptica; se ven yendo y viniendo en varias direcciones.
Los cometas siguen su propio plano de alineación con el Sol
Los modelos de formación del Sistema Solar sugieren que incluso los cometas de períodos largos se formaron originalmente cerca de la eclíptica y luego se dispersaron en las órbitas observadas hoy a través de interacciones gravitacionales, sobre todo con los planetas gigantes gaseosos. Pero incluso con la dispersión planetaria, el afelio del cometa, el punto donde está más alejado del Sol, debería permanecer cerca de la eclíptica. Se necesitan otras fuerzas externas para explicar la distribución observada.
El Sistema Solar no existe de forma aislada; el campo gravitacional de la Vía Láctea en la que reside el Sistema Solar también ejerce una influencia pequeña pero no despreciable. Arika Higuchi, profesora asistente de la University of Occupational and Environmental Health de Japón y anteriormente miembro del Proyecto NAOJ RISE, estudió los efectos de la gravedad galáctica en los cometas de largo período a través de la investigación analítica de las ecuaciones que gobiernan el movimiento orbital.