La leyenda del fútbol iraní Ali Daei espera tranquilamente a que Cristiano Ronaldo le desplace del trono de máximo goleador de la historia de las selecciones, quizá el viernes en el Alemania-Portugal de la Eurocopa-2020.
El 'Shahriar' (el 'rey' en persa) es magnánimo. Sus 109 goles en 149 partidos internacionales están amenazados por Cristiano Ronaldo, que alcanzó los 106 con su doblete ante Hungría el martes (3-0).
Daei declaró varias veces que estaría "encantado" si el astro portugués batía su récord porque, en su opinión, es "uno de los tres" grandes futbolistas de la historia (junto a los argentinos Lionel Messi y Diego Armando Maradona).
"Los récords están hechos para ser batidos. Ronaldo tiene realmente las cualidades para hacerlo. Tengo mucho respeto por él. Es un jugador tan grande que no es necesario alabarlo", declaraba Daei a la agencia Khabar Online en 2018.
Esta carrera apasiona a los medios de comunicación iraníes. En la prensa deportiva aparecen artículos con cada nuevo gol de 'CR7' que le acerca a la mágica cifra de 109.
El iraní estableció su récord marcando, por ejemplo, cinco tantos a Sri Lanka (7-0) en 1996 o cuatro partidos firmando cuatro goles, una de los cuales fue ante Guam en uno de los partidos más prolíficos en la historia de las clasificaciones para un Mundial: ¡17-0 en 2000!
- Una temporada en el Bayern Múnich -
Por sus goles, su longevidad y su aura, Daei es una leyenda viva en Irán. Su presencia en redes sociales se limita a Instagram, donde cuenta con 6,7 millones de seguidores.
Entre sus muchos éxitos, participó en la histórica victoria contra Estados Unidos (2-1) en el Mundial-1998, donde dio el pase para el gol firmado por Mehdi Mahdavikia, y fue capitán en el Mundial-2006, con 37 años.
Como jugador, Daei explotó en el Persépolis, el club de Teherán cuya rivalidad con el Esteghlal hace vibrar a todo el fútbol iraní.
Primer futbolista iraní que jugó en Europa, llegó a la Bundesliga de la mano del Arminia Bielefeld, antes de pasar al gigante Bayern de Múnich (32 encuentros, 6 goles) en la campaña 1998-1999 y al Hertha de Berlín.
Como entrenador ha destacado especialmente por su franqueza y sus discusiones con árbitros, entrenadores rivales y presidentes de clubes.
Llegado de la nada, es sin lugar a dudas un modelo de éxito con el que muchos pueden identificarse. Durante su juventud compaginó los estudios, pequeños trabajos y el fútbol, triunfando en los tres ámbitos.