Gareth Bale está dando mucho de qué hablar esta tarde, tras el encuentro entre Real Madrid y Manchester City, ya que aseguran que quiso engañar al árbitro para que le dieran un penal, que para muchos fue un "piscinazo".
El galés se tropezó al ingresar al área rival y le reclamó. Bale quería cobrar un penal.