Los dos equipos ingleses que esta semana se clasificaron a semifinales de la Liga de Campeones, Manchester City y Chelsea, serán precisamente rivales mañana en otras semifinales, las de la Copa de Inglaterra (FA Cup).

El escenario será el estadio londinense de Wembley, que el domingo acogerá la segunda semifinal, entre Leicester y Southampton, en un partido que será especialmente noticia por marcar el regreso de los espectadores a los recintos deportivos en su país.

Pero antes de eso, el partido estrella de las 'semis' de la FA Cup pone frente a frente a City y Chelsea, que afrontan una recta final de curso plagada de partidos, con hasta doce en seis semanas. Para empezar se miden el sábado a las 10:30 a.m.

El Manchester City, líder destacado de la Premier League, aspira a cuatro títulos en la parte final de la temporada. Está además clasificado para la final en la Copa de la Liga, que se disputará a finales de este mes contra el Tottenham.

El City es favorito, pero el pasado fin de semana cayó en casa con el Leeds de Marcelo Bielsa y eso ha podido arrojar algunas dudas, sobre todo de cara a un partido ante un rival exigente como es el Chelsea.

Los 'Blues' son además finalistas de la pasada Copa.



Su camino en la Premier League es menos brillante y ocupan el quinto puesto. Están por lo tanto fuera de la 'zona Champions', a un punto del West Ham, sorprendente cuarto clasificado.

No clasificarse para la final del 15 de mayo en la Copa no sería un drama para el Chelsea, que tiene como máxima ilusión ahora las semifinales de la Champions, que disputará contra el Real Madrid.

- Público en Wembley -
La otra semifinal de la FA Cup se jugará el domingo (11:30 a.m.) entre Leicester y Southampton. Es un partido que se considera además un test para el público en los estadios y se fijó un límite de 4.000 hinchas en la grada de Wembley para ese duelo.

En el plano estrictamente deportivo, el partido medirá a dos equipos que no atraviesan su mejor momento.

El Leicester está viviendo una buena temporada en líneas generales, pero una reciente derrota ante un rival directo como el West Ham (3-2) ha revivido el fantasma de la pasada temporada, en la que los 'Foxes' se quedaron sin billete para la Champions en el último momento.

Clasificarse a la final de la Copa supondría un refuerzo psicológico para el vestuario. El Leicester no juega la final de la FA Cup desde 1969.

En el Southampton, su buen camino en la Copa de Inglaterra no parece aliviar la mala imagen del entrenador Ralph Hassenhuttl entre los aficionados del equipo, tras una temporada más bien mediocre en liga, donde el equipo es decimocuarto y hace apenas unas semanas vivió una histórica derrota por 9-0 ante el Manchester United.