La judoca salvadoreña, Ingrid Cuéllar, quien ha participado en los Juegos Olímpicos Pekin 2008, ganado medalla de oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe 1998 en Maracaibo, Venezuela y bronce en los Juegos Panamericanos 2007 en Rio de Janeiro, Brasil; ha tenido a su cargo el gimnasio “Top Brother” en Florida, Estados Unidos junto a su esposo judoca, Franklin Cisneros y comentó cómo ha crecido en el deporte nacional.
“Estamos trabajando con niños y jóvenes, les enseñamos no solo ha ser campeones sino que también les inculcamos el respeto a Dios, a la familia, a la comunidad. Tener un gimnasio nos cambió la perspectiva, ha habido momentos de escasez, y Dios no ha provisto, y queremos devolverle algo a El Salvador y al deporte”, manifestó Cuéllar.
Agregó, “En el país no todos tienen una niñez buena, el deporte da la fortaleza a seguir, aunque las cosas vayan mal, tú te levantas, si te caíste, vuelves a tratar de seguir, te pone entrenadores, gente que te guía y damos gracias de haber nacido en El Salvador, a pesar de las limitantes”.
Ingrid ha realizado tanto judo como Artes Marciales Mixtas, deporte en el cual ha obtenido ocho victorias y una derrota. La judoca salvadoreña considera que representar a El Salvador ha sido un compromiso hacia toda aquella gente que la ha apoyado.
“Que si se puede ganar a las potencias, que El Salvador tiene talento para subirse a un pódium olímpico, que si se puede. No es lo mismo competir afuera, que en El Salvador, porque tú quieres hacer lo mejor por el deporte salvadoreño, no quieres defraudar a las personas que te apoyan”, expresó la judoca nacional.
Cuéllar dijo que su complemento en la vida personal, el judoca nacional Franklin Cisneros, quien es su esposo y también participó en los Juegos Olímpicos Pekin 2008, ha generado una oportunidad de crear un gimansio para enseñar a jóvenes sobre judo, lucha, artes marciales y jiu- jitsu.
“Ya llevamos 13 años juntos, nos han pasado muchas cosas, cualquier tira la toalla, él me ha hecho muy feliz, yo lo he hecho feliz, tenemos tres niños y Diogo me lo quiere, esa combinación de judo y luchas, nos complementamos, somos un buen equipo , tanto él como yo crecimos sin papá”, finalizó la judoca olímpica.