Ante un Barça muy gris y que apenas creó peligro, los romanos voltearon la eliminatoria con los goles de Edin Dzeko (6’), Daniele de Rossi, de penal, (58’) y de Kostas Manolas (82’).
El equipo entrenado por Ernesto Valverde, que soñaba con el triplete tras tener prácticamente sentenciada la Liga y clasificar a la final de la Copa del Rey, jugó probablemente el peor partido de la temporada ante un rival que ya había demostrado en el Camp Nou un nivel de juego que no se correspondió con la abultada derrota por 4-1.
Dzeko, una pesadilla
Lejos de reaccionar, el Barcelona siguió sufriendo las embestidas romanas, que pudo haber ampliado el marcador con dos cabezazos de Schick (14’ y 29’) y una jugada en la que Gerard Piqué evitó in extremis el disparo de Kolarov al borde del área pequeña (26’).
Un Barça desconocido apenas podía enlazar jugadas de ataque y el mayor peligro llegó en dos faltas al borde del área que Messi envió fuera (10’ y 40’).
La Roma, en cambio, estuvo a punto de marcar de nuevo antes del descanso, en un centro de Florenzi cabeceado por Dzeko, pero Ter Stegen metió la mano para desviar la pelota a córner (37’).
El partido no cambió tras la pausa y en otra jugada de Dzeko, el bosnio fue derribado dentro del área y el árbitro señaló un penal que transformó en el segundo gol ‘il capitano’ De Rossi (58’).
Ese segundo gol dio alas a una Roma que solo necesitaba otro tanto para consumar la remontada.
Alentados por el Olímpico, los romanos siguieron presionando y estuvieron cerca del tercero, primero con un remate de Radja Nainggolan que paró Ter Stegen (68’) y después con un cabezazo de De Rossi que salió rozando el palo (70’).
No fue hasta el minuto 74 del partido, con una jugada de Messi, cuando el Barcelona remató por primera vez con peligro al arco de Alison.
Pero la Roma no cejó rematando de forma acrobática con Stephan El Shaarawy, pero tapó Ter Stegen (80’), y luego anotó el tercero con Manolas (82’).