Con 40 puntos, el “Rekordmeister” aventaja en nueve puntos a su inmediato perseguidor, Borussia Dortmund, que jugará el miércoles contra el colista Greuther Furth.
También toma 13 puntos de ventaja sobre el Bayer Leverkusen (3º), que se medirá hoy contra el Hoffenheim (4º).
Mermado, sobre todo en el medio del campo, con las bajas de Joshua Kimmich, Leon Goretzka, Corentin Tolisso y Marcel Sabitzer, los vigentes campeones mostraron su superioridad en el campeonato germano.
En el centro del campo, el técnico Julian Nagelsmann alineó a Jamal Musiala, de 18 años, pese a sufrir una fractura en una mano y a Marc Roca, como consecuencia de las numerosas bajas.
Nagelsmann elogió a Gnabry a quien calificó de “jugador sobresaliente, no sólo por sus tres goles sino por las dos asistencias a Lewandowski”.
El conjunto bávaro salió en tromba al generar más de una docena de ocasiones peligrosas, pero el primer tanto se hizo esperar hasta que Serge Gnabry marcó en el minuto 40 de juego con un soberbio disparo desde la derecha sorteando por encima al guardameta rival.
Doblete de Lewy.
Stuttgart parecía recuperarse tras la reanudación, con dos remates contra el portero Manuel Neuer. Sin embargo, Gnabry volvió a superar en el 53 al arquero, pero esta vez desde el lado izquierdo.
En ese instante, el equipo local se desmoronó y se dejó encajar tres goles en cinco minutos. Lewandowski, desaparecido casi todo el encuentro, mostró que es el goleador más en forma de Europa, que iguala otro récord del Torpedo Müller, el de goles en Bundesliga en un año natural con 42.
En tan sólo tres minutos, anotó dos tantos en el 69 y 72 ante la impotencia del guardameta del Stuttgart. El polaco lleva 18 dianas en 16 partidos de liga esta temporada.
Pero, la fiesta bávara no iba a terminar en ese momento. Gnabry puso la guinda al subir en el 74 el quinto tanto al electrónico.
Ante esta superioridad, Nagelsmann introdujo a cuatro jóvenes, entre ellos al defensa central formado en el París SG, Tanguy Nianzou.
El Bayern Múnich, que se proclamó de esta manera por enésima vez en su historia campeón de otoño de la máxima competición alemana, sigue arrollando a los adversarios como un rodillo.