El interior del cuarto de las taquillas se muestra sucio y descuidado.

6 años, 9 meses y 26 días han pasado desde la inauguración del estadio de fútbol playa ubicado en el turicentro Apulo, en Ilopango, y en todo ese tiempo el recinto jamás ha sido parte de ningún torneo oficial internacional de los que se han celebrado en el país. En la historia reciente solo se ha utilizado el estadio de la Costa del Sol y hasta el anfiteatro del exCifco.


Aquel 9 de julio de 2014, las autoridades del Ministerio de Turismo (Mitur), La Federación Salvadoreña de Fútbol (Fesfut) y el Instituto Nacional de los Deportes de El Salvador (Indes) realizaron una verdadera fiesta por la conclusión de un escenario que costó 1,3 millones de dólares y cuya capacidad es para 1 mil 500 personas.


Un aforo que parecía el ideal al momento en que se dijo que en este estadio albergaría la Copa Centroamericana (octubre 2014) y el Premundial de Concacaf (2015); sin embargo, nada de eso sucedió. Ambos torneos fueron trasladados al recinto de la Costa del Sol, donde se hizo tradición la realización de cualquier evento de esta categoría.




Las paredes y las tuberías de agua muestran la falta de mantenimiento.

¿Qué pasó?


Después de la inauguración, cada institución aceptó que el tema de la inseguridad en la zona y el tráfico del municipio de Ilopango eran los factores principales por los que el escenario no era tomado en cuenta para los torneos.




Cuando ha habido eventos internacionales, por dónde fue construido y lo que existe en su entorno, no permiten que se pueda realizar ese torneo, por el riesgo que lleva”, dijo el entonces tesorero de la Fesfut, Hugo Carrillo. “La zona es peligrosa por las pandillas y las maras”. reafirmó Óscar Portillo, coordinador de fútbol estudiantil del Indes.



A pesar de situarse dentro de un transformado turicentro, con amplio parqueo y con fuerte custodia de elementos policiales y militares, el recinto aún no parece ser objetivo y esto conlleva a no recibir el mantenimiento necesario para evitar su degradación, la cual ya es visible.


Diario El Mundo visitó el recinto y pudo constatar su descuido: taquillas totalmente sucias, ausencia de retoques de pintura, tela malla caída y abundante oxido en las estructuras para un techo que nunca fue colocado.


El potencial de este estadio es enorme, tanto por sus instalaciones y la superficie de la arena que posee las condiciones para practicar a nivel de Selección, así también para dinamizar el comercio en una de las zonas turísticas más populares de la capítal.


Pero es así como pasan los días, pasan los torneos y el “Coloso de Apulo” es solo un expectador más.